Hoy ha sido un día para estar contentos. El Barça ha goleado al Manchester
City en un gran partido donde, indiscutiblemente, la pieza que ha
desestabilizado la balanza ha sido Leo Messi. Con todos mis respetos, Cristiano
Ronaldo es un enorme jugador. Un crack irrepetible, pero los mismos aficionados
del Madrid, y otros seguidores del jugador portugués, le hacen un nulo favor
intentando comparándolo con el argentino. La comparación hace reír. No hay
palabras para describir Messi.
Pero no quiero hablar de la jornada de Champions.
Tampoco de manera estricta lo quiero hacer de fútbol y del Barça. Aunque si lo
haré de uno de sus jugadores, y emblemas, como es Gerard Piqué en relación a su
firme decisión de terminar su etapa en la selección española después de la Copa
Mundial de Rusia 2018. Habría escrito este artículo antes. Pero el trabajo es
el primero, y finalmente lo hago al comprobar que el asunto todavía trae cola.
Tanto, que el pasado martes en la rueda de prensa previa al partido contra el
City Piqué volvió a estallar haciendo una sonora crítica contra algunos medios
de comunicación y sus integrantes.
Como ya traté en mi primer artículo en Weloba, el periodismo deportivo, y
el periodismo en general, sufre una salud terrible en nuestro país. En el caso
de las mangas de Piqué, cualquier persona que sea aficionada al fútbol sabrá
que ha llevado siempre que ha podido, y desde hace años, camiseta de manga
larga. Sea cual sea la estación del año y las condiciones meteorológicas del
partido. Algunos hablan de comodidad y de otros de superstición. Pero es un
hecho que no es nuevo en el mundo del fútbol profesional. Otros como Eidur
Gudjohonsen o Sergio Ramos, son unos habituales de las mangas largas incluso
con temperaturas cálidas.
En un fútbol en el que todo está profesionalizado hasta el extremo, la ropa
por motivos de marketing no es una excepción, los jugadores cuentan con un
vestuario totalmente personalizado. El propio Piqué, Ramos, Gudjonhsen, y
otros, tienen siempre a su disposición, y casi sin alternativa al inventario,
las mencionadas camisetas de manga larga. Otros. Arjen Robben o Fernando
Llorente, siempre piden un tamaño especial de forma que la camiseta queda muy
ajustada. Y otros como Iker Casillas, tienen a su disposición, y desde hace
pocos años, camiseta para portero de manga corta. Casillas, ha tenido que
recortar las mangas casi durante toda la carrera al no haber de manga corta.
Hasta que Adidas decidió fabricarle de manera personalizada.
Pero en esta "orgía" de ignorancia, vulgaridad y falta de
valores, fue carnaza suficiente para llenar páginas, minutos radiofónicos y
televisivos, y dar lugar a la búsqueda de "Me gusta",
"Compartir", y "Retweet" de la manera más fácil haciendo uso
de la mentira, la manipulación y la especulación. Y esta es una de las bases
del periodismo. Contrastar e investigar las informaciones para no desinformar.
Piqué estrenó el nuevo modelo de la camiseta blanca de la selección, y
Adidas, como siempre, ya tenía las de manga larga preparadas para Piqué. Y el
jugador catalán no se sentía cómodo, eran demasiado estrechas, y decidió cortar
las mangas. Por mucho que se haya vendido que el jugador catalán podía haber
cogido la de manga corta, la de Piqué no existe, o que se podía haber hecho al momento
con la máquina, cualquier persona que haya jugado al fútbol sabe que en la
opción más rápida se tiró de tijeras. Sin obviar lo más importante, la bandera
española no existe en el modelo largo.
Pero la reflexión no debe ser si Piqué ha querido o no provocar, obviamente
no. El tema principal es que el periodismo español ha quedado retratado una vez
más. Y ya van unas cuantas. Actualmente, como ya e mencionado anteriormente,
soy periodista y publicista trabajando en Berlín. Concretamente estoy de Jefe
de medios en una institución no gubernamental. Y viviendo y trabajando en
Alemania das cuenta de que no hay color y que en España estamos a años lejos de
los cánones ideales del periodismo. Muchos de los "profesionales" de
moda en los medios español, no darían la talla, no tendrían ni trabajo en este
campo en muchos países europeos.
El caso de las mangas de Piqué ha sido un ejemplo. No sólo por la ligereza
de algunos crear polémica en un hecho totalmente falso, sino en basarlo en el
trasfondo político del futbolista al manifestar su deseo al derecho a decidir.
El periodismo más torpe, de bar, de calle, vulgar, inculto, rancio y casposo ha
hecho gala de su modus operandi. Un espectáculo totalmente esperpéntico.
Personajes que disfrutan de barra libre por parte de las líneas editoriales
para aumentar la audiencia. Factor indispensable en los aspectos de ingresos
publicitarios.
Es insólito que algunos de estos "profesionales" se escandalicen
por el desconocimiento de la lengua inglesa de jugadores como Nolito, cuando
comparten paredes con otros compañeros que pese prestar sus servicios medios
nacionales de repercusión internacional no puedan transmitir las declaraciones
de Mustafi, hechas en inglés, tras la derrota por 7-0 contra el Barça. Sólo de
pensar con la cantidad de jóvenes que dominan esta lengua, y probablemente
alguna más, y que no han tenido que emigrar por motivos laborales das cuenta de
que algo no funciona. Puedo entender que no hablen alemán, ruso, árabe, griego,
etc. Pero cuando se trabaja en un medio nacional y que trata temas de carácter
internacional, el inglés es un mínimo. Entonces, que este mismo medio no
entienda que Nolito no hable inglés, parece irónico. Casi un insulto a la
inteligencia de las personas.
La falta de sentido del humor también es una lacra. Un gran ejemplo es que
no se entienda, y hasta es conteste con violencia verbal, el tweet de la cuenta
oficial del Borussia Dortmund sobre la dificultad del Real Madrid con los
equipos con camiseta amarilla. A pesar de que había un aire irónico y con base
humorística, en Madrid no se recibió bien tildándola te de ofensivo. Es otro
nivel educativo. El mismo nivel que ayer nos dejó, probablemente, el momento
del año en Twitter cuando la cuenta en inglés del Borussia Mönchengladbach
respondió aún con más sentido del humor una situación de típico humor escocés.
Otro nivel, en el que la respuesta depende mucho de la educación. #AGermanTeam
...
Pero debemos ser autocríticos. Este triunfo de la mediocridad no es mérito
de estas personas. Los mayores y principales responsables somos los ciudadanos
que hemos tolerado el modelo de sociedad con el que hemos crecido, y para
consumir este tipo de contenidos, interactuar, y seguir el juego. Lo mejor que
se puede hacer para cambiar esta dinámica no es criticarlo o entrar en juego.
Es simplemente ignorarlo.
España es casi un país de 50 millones de personas, y si hemos permitido el
triunfo, y la permanencia, en la esfera del poder de los políticos es culpa
nuestra. Si tenemos los medios de comunicación que tenemos es porque nos gusta
y así lo demostramos consumiéndolos y "dando bola" a sus actores.
Piqué señaló medios deportivos como As, Marca, ciertos usuarios de las redes
sociales, y marionetas varias.
Sinceramente, no me limitaría sólo a los protagonistas de un solo bando, en
Barcelona también encontramos esta mediocridad. Todos juegan su papel como bien
mencionó William Shakespeare al afirmar que "el mundo es un escenario y
nosotros simples actores". Y si nos limitamos a ser simples actores, acabaremos
precipitando nuestra segunda infancia siendo marionetas manipuladas por los
principales líderes de opinión que cuentan con altavoz. No es culpa exclusiva
de ellos. Y es que como decía la gran campaña de conciencia nutricional del FC
Barcelona, "somos lo que comemos".
"La última escena de todas, que termina esta extraña y nutrida
historia, es la segunda infancia, el mero olvido. Sin dientes, sin ojos, sin
palabras, sin nada. "(William Shakespeare)