Han pasado unos cuantos días y
tenía esta publicación pendiente. Por motivos laborales y de agenda, no pude
publicar este artículo antes. Ya ha pasado una semana y tal vez, como siempre
en el mundo del deporte, los ánimos ya se han enfriado sobre este asunto y esto
ha ayudado a los diferentes actores a reflexionar un poco sobre lo que se dijo.
Personalmente, me ha servido para recopilar más información y comprobar que la
memoria y la capacidad de análisis de algunas personas es, o bien muy pobre, o
se ve afectada por las ganas de criticar por criticar.
Es cierto que el Barça perdió una
gran oportunidad para ponerse líder en solitario. Es cierto que la primera
parte de Balaídos merece ser borrada de nuestras retinas lo más rápido posible.
Es cierto que la reacción de la segunda parte invita a cuestionar el número de
rotaciones por partido. Y también es muy cierto que el error de Ter Stegen
evitó, probablemente, confirmó la gran reacción azulgrana. Pero lo que, de
ninguna manera, puedo aceptar es la avalancha injustificable de críticas de
carácter destructivo hacia el portero alemán señalándolo como el máximo
culpable de la derrota de Vigo.
El Barça no perdió por culpa de
Ter Stegen. El equipo azulgrana se dejó los tres puntos en Galicia por una
desastrosa primera parte donde el Celta supo materializar sus ocasiones fruto
de la gran presión en la salida de balón del equipo azulgrana. Un nivel de
juego paupérrimo donde se demostró una vez más lo que mencioné en mi anterior
artículo sobre las rotaciones. Cambios que son necesarios y donde defiendo Luis
Enrique hasta el final. Pero abusar nos puede llevar a más de un susto como el
de ayer. Y más si tenemos en cuenta que es en el inicio de temporada cuando los
jugadores todavía no han alcanzado el nivel óptimo.
La medular azulgrana estuvo
irreconocible. Sin combinación, sin fluidez en la circulación del balón y con
pérdidas que tradujeron con un marcador muy contundente a favor del Celta. Ya
en la segunda parte, el Barça cambió el "chip" hizo una exhibición de
juego de control y mentalidad ofensiva para conseguir acortar el marcador a un
3-2 que acercaba la hazaña de la remontada. El resto es bien sabido. Un error
grave del portero alemán supuso una un baño de agua fría y el gol de Piqué
llegó demasiado tarde. Sin tiempo para salvar al menos un punto.
El error del portero alemán costó
cara. Pero lo que es totalmente inadmisible es que se ponga en duda su estilo,
primero, y su personalidad, en segundo lugar. Las matemáticas, o los números
son muy claros. Ter Stegen es el portero del mundo con más intervenciones con
los pies. Incluso, realiza más pases que a algunos jugadores de campo. No sólo
del equipo rival, sino que también a veces de propios compañeros que, como él
mismo, participan los 90 minutos. Entonces nos encontramos con el primer error
de peso del portero alemán en 3 años en Can Barça con un número altísimo de
participaciones. Por lo tanto, después de tantas intervenciones no podemos
"matar" al portero alemán. Estadística pura.
Además, el rol de Ter Stegen en
la portería, y en la dinámica de juego del Barça, es imprescindible. Juega un
papel clave, no sólo como gran portero, sino como un jugador de campo más. El
portero alemán facilita en numerosas ocasiones la tarea de salida del balón de
manera controlada de forma rápida, precisa y efectiva. Muchos dirán que el rol
principal del portero es hacer paradas, que lo es. Pero en un equipo como el
Barcelona, donde el estilo de juego es único y especial, contar a un portero con estas características es siempre un valor añadido.
Recuerdo cuando era pequeño y se
criticaba a José María Bakero el hecho de que muchas veces pasara el balón al
portero. Es momento pues para recordar lo que decía el maestro Johan, "a
veces un pase atrás no es un paso atrás. Es el inicio de una jugada mejor
". Y este es precisamente el concepto de todo, del sistema y del estilo
que maravilla y causa envidia en el mundo. Y Ter Stegen es un actor más, a
veces clave, en esta dinámica. Y como lleva el dicho, "quien no arriesga,
no gana".
La temporada es muy larga y esto
es sólo el principio. Los mismos que ahora mismo se despachan y critican a Ter
Stegen y Luis Enrique, son los que no entienden que los equipos que tienen los
títulos como objetivo principal basan su preparación física, técnica y táctica
de modo que el momento óptimo llega a partir del mes de febrero. Es cuando la
temporada llega a su momento clave. Y es en cambio al inicio cuando el
rendimiento es más irregular. No se puede mantener, de ninguna manera, un
rendimiento altísimo durante toda la temporada y desde el comienzo.
No seré yo quien critique, y
tampoco entiendo porque no lo hacen el resto a pesar de disfrutar de esta
práctica, a jugadores como Luis Suárez o Busquets por su pobre rendimiento. El
motivo es muy sencillo y sólo hay que leer el párrafo anterior. En cambio, y
siguiendo la dinámica con lo mencionado anteriormente, me gustaría ver como
terminan equipos que han empezado la temporada a tope. Alavés, Celta, Eibar,
Las Palmas, etc. Los puntos que sumen ahora, los agradecerán al final cuando
estén en disputa el descenso. Es otra estrategia.
Así pues, no hay que poner el
grito en el cielo con lo que pasó en Balaídos ni perder el tiempo en
desestabilizar a Ter Stegen. El alemán ha demostrado tener una gran
personalidad, y un carácter fuerte, y no cambiará su estilo vistoso y atrevido.
Así pues, y como reza la famosa cita de la película Casablanca, "tócala otra vez Mats".
"La mejor manera de
averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él." (Ernest
Hemingway)
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