lunes, 30 de enero de 2017

AUTOCRÍTICA Y SENTIDO COMÚN

Una cosa no quita la otra. Antes de levantar la voz en contra de terceros respecto a la no victoria del Barça hoy en el Villamarín hay que hacer autocrítica. El conjunto de Luis Enrique ha hecho uno de los peores partidos, Anoeta en la Liga es claramente el peor, de toda la temporada. Sin fluidez, sin remate, sin contundencia en defensa (suerte de la gran actuación de Ter Stegen), y con la sensación de que el equipo estaba en misa.

Y lo que peor me sabe, no se puede esperar sacar nada positivo jugando con intensidad sólo 15 minutos. Precisamente ha sido tras el tanto bético cuando el Barça ha ido a por el partido. Cierto es que el Betis ha podido adelantarse, e incluso aumentar la distancia, antes. Pero esto es fútbol, ​​y los palos y el portero forman parte del juego. Era un día para dar un golpe de autoridad, para continuar con la racha positiva, adelgazar en la lucha por la Liga y encarar las semifinales de la Copa del Rey con la moral por las nubes.

Con la mano en el corazón, no me ha gustado lo que he visto hoy en Sevilla. Tenía muchas esperanzas en este partido para confirmar el establecimiento del factor regularidad a nuestro Barça. Y ahora hemos vuelto, aunque sigo siendo optimista, a la dinámica de la duda. Disconforme totalmente algunas voces que critican la alineación de hoy. Aunque es cierto que no soy muy a favor de las rotaciones abusivas. Creo en ellas, pero en un máximo de un jugador por posición y nunca en la misma banda.

Pero como he dicho antes, una cosa no quita la otra. Y lo que ha pasado hoy ya empieza a ser inquietante. Por decirlo de alguna manera suave. No acabo de entender como ninguno de los 4 árbitros que había sobre el césped haya sido capaz de ver cómo el balón ha traspasado la línea de manera considerable. No sé la medida exacta. Pero probablemente haya superado el medio metro. De escándalo.

No me vale que el asistente no lo pueda ver. Si usamos el sentido común, ves el palo, ves el cuerpo del jugador completamente dentro de la portería, y la pelota fuera del campo visual en el campo, no te queda otra que ver con el sentido común y la inteligencia que el balón está dentro con el jugador. Así de simple. Si no la ves al terreno de juego quiere decir que se fuera. Y si está fuera, en la portería, es gol. Y aún mejor, es el mismo jugador que hace el penalti y por tanto alguien debe fijarse en él de manera especial al ver movimientos extraños derivados de la acción. Ya no es una cuestión de vista. Es sentido común puro y duro. Y eso se traduce en que no quiere dar gol. No me queda otra cosa a pensar.

Y para más inri, en la misma jugada ha habido un penalti clamoroso sobre Neymar. Agregando el penalti no señalado a Messi en la última jugada contra la Real Sociedad, parece que vaya a haber sangre para que nos señalen un penalti a favor. Y no olvidar, que el gol del Betis hay, en mi opinión, una clara doble falta sobre Ter Stegen. Una carga ilegal de dos jugadores rivales sobre el portero alemán.

La jornada de Liga de este fin de semana ha sido una exhibición de lo absurdo más absoluta made in Spain. Si el árbitro ha sido poco acertado en estas jugadas puntuales que han afectado el resultado del partido, y quién sabe si de la temporada regular, la redacción del acta ya es un chiste malo descartado del guión del "Club de la Comedia". Sólo faltaría que el Barça pudiera denunciar a un Betis, que ha saltado al terreno de juego con 10 jugadores según el colegiado canario, para alinear al catalán Fran Mérida. Jugador, a todos los efectos, del Club Atlético Osasuna.

Creo que ha llegado el momento, ahora si que sí, que alguien de la directiva del FC Barcelona se pronuncie públicamente a los estamentos del fútbol español y pedir explicaciones de lo que está pasando en los últimos partidos. Esto no quita excusa evidentemente al terrible partido que ha hecho el Barça en el Villamarín, pero hay un límite. Y se ha acabado completamente.


"Podemos estar ciegos por lo evidente, y ciegos además para nuestra ceguera." (Daniel Kahneman)

viernes, 27 de enero de 2017

"TODOCAMPISTA" TOTAL

"El objetivo es el Triplete". Así de contundente se mostró ayer Luis Enrique en la rueda de prensa tras la victoria por 5 a 2 contra la Real Sociedad, y confirmó el pase a las semifinales de la Copa del Rey. Evidentemente, matizó que nada está hecho, tal como mencioné ayer en mi artículo, pero que se trata de la meta a conseguir desde el principio de la temporada. Un discurso muy diferente al ejercido desde Madrid en las últimas semanas.

Todo esto viene después de una jornada muy absurda en Madrid donde en sólo dos horas se cambió del prepotente discurso de que la triple corona era blanca a argumentar que el torneo del KO no interesaba al equipo blanco. Toda una contradicción teniendo en cuenta la campaña mediática y el show de frustración presenciado. En Barcelona la percepción es muy diferente, ganarlo todo es un objetivo cuando se defiende la camiseta azulgrana y para ello habrá que trabajar duro. Sólo 7 equipos lo han hecho en 60 años de convivencia de Liga, Copa y Champions.

Pero hoy toca hablar lo que nos interesa. Toca disfrutar de la sublime exhibición que ofreció el Barça ante la Real Sociedad. Cabe destacar a todos, desde la portería al jugador más avanzado. Pero si hay que destacar un nombre, este es el de siempre. Leo Messi. Se acaban las alabanzas. Se acaban los adjetivos. "Todocampista" total. Hay un partido con Messi y otro partido sin Messi. Cuando decida colgar las botas, este deporte será otro y quedará totalmente huérfano.

Pero como he dicho antes hay que destacar a toda la plantilla. Grata sorpresa de Cillessen, autor de paradas de mérito, sólida defensa, centro del campo con un gran Denis Suárez, y una delantera de miedo. Lamentar las molestias de Mascherano, que quizás ha firmado una actuación más bien pobre, y que los árbitros siguen sin estar a la altura. Ciertamente el primer gol viene precedido de una falta de Umtiti, e Iñigo Martínez merecía algo que más que tarjeta amarilla en la jugada del penalti. Entrada salvaje por detrás cortando una ocasión manifiesta de gol. Doble pecado, medio castigo.

Pero la paciencia que hacía mención semanas atrás parece que empieza a sacar su fruto. Era evidente que el rendimiento de este equipo tenía que ir a más a medida que avanzara la temporada. Luis Enrique, y sus preparadores, era consciente de que el esfuerzo de las Super Copas en verano, el Mundial de Clubes en diciembre, y el periodo enero-marzo sin descanso con Liga, Copa y la ida de los octavos de Champions, pasó factura. El equipo llegó cansado a finales de marzo, y suerte que quedó fuera de la Champions se pudo descansar y asegurar La Liga, a pesar de perder 12 puntos de ventaja, y ganar la Copa contra el Sevilla.

Este año será diferente. En Can Barça se ha planificado la temporada teniendo en cuenta lo que pasó el año pasado, y más vale que en Madrid crucen los dedos que no pase lo mismo que con Ancelotti hace dos temporadas. Ahora mismo, a pesar de que el equipo blanco no está jugando mal, las dinámicas están cogiendo marchas contrapuestas. El Barça, toquemos madera, está subiendo un ritmo claramente ascendente no sólo de juego, también de actitud y de moral.

Optimismo, confianza y FELICIDAD que hacen que toda la plantilla vaya a una. Como declaró Rakitic, "se tirarían de un puente por Luis Enrique". Y no he mencionado gratuitamente al jugador croata. Lo he hecho con toda la intención del mundo. Con su suplencia de hoy, la segunda consecutiva, muchas serán las voces que anunciarán enfrentamientos y crisis. Pero yo lo tengo clarísimo. Ivan es un jugador clave en el esquema azulgrana, y no tengo ninguna duda de que el técnico asturiano la está cuidando para que llegue en las mejores condiciones a final de temporada. Lo tengo clarísimo. Tanto, que me tiraría por un puente defendiendo mi opinión.

Toca disfrutar de la victoria. Toca estar contentos del estado de juego, de moral y de nuestro equipo. Toca esperar, con total indiferencia, que nos tocará hoy en el sorteo para el cruce de semifinales. Algunos quieren evitar el Atlético de Madrid. Otros, que es mejor jugar a doble partido. Ya no recuerdan que en los dos últimos enfrentamientos nos han eliminado. Pase lo que pase, debemos tener presente que si el FC Barcelona - Atlético de Madrid es el partido de la Final, se acabará disputando en el Estadio Vicente Calderón. El club colchonero ya expresado el deseo de acoger la Final para despedir su Estadio.

Ahora bien, no caemos en el error de los demás. Vayamos paso a paso. Partido a partido. Queda mucha temporada por jugar. Pero una cosa tengo muy clara. Si el Barça que hemos visto hoy, será lo que veremos lo que resta de temporada, manteniendo la línea ascendente, creo que lo pasaremos muy bien.

Pero quiero terminar destacando un nombre por motivos especiales. Aleix Vidal. No hay cosa que me haga más feliz que ver como el jugador catalán deja atrás toda la negatividad que la rodeaba para convertirse en una pieza dispuesta a sumar. Creo que puede ser un jugador clave en la plantilla en una posición, la del lateral derecho, que no tenemos especialmente cubierta. En sus últimas actuaciones, sólo recuerdo asistencias, un gol, y muchas ganas de participar. "Tots units fem força".


"Desde que me cansé de buscar he aprendido a encontrar". (Nietzsche)

jueves, 26 de enero de 2017

SOPA DE GANSO

Nunca me ha gustado hacer sangre de las derrotas ajenas. Sobre todo cuando el Barça tiene aún pendiente el partido de vuelta contra la Real Sociedad. No será un partido fácil, por la calidad del rival y por el poco margen del resultado de ida en Anoeta. Como dice el dicho catalán, "mai diguis blat fins que no sigui al sac i ben lligat" (nunca digas trigo hasta que no sea el saco y bien atado).

Pero no quiero hablar de la eliminación del Real Madrid en cuartos de final de la Copa del Rey. Tampoco quiero destacar el mal inicio de año que está registrando el equipo blanco. Quiero remarcar lo que será la canción oficial a partir de ahora mismo. Y no es otra cosa que el ansiado Triplete.

Antes, hay que hablar con deportividad. A pesar de que ya no es lo que era, se ha de elogiar el gran gol de falta directa que ha conseguido Cristiano Ronaldo. A los culés no nos ha gustado nada que se despreciase el mérito de los goles conseguidos por parte de Leo Messi en los últimos partidos en el mismo tipo de jugada. Si no nos gusta que nos lo hagan, no significa que tenemos que hacer lo mismo. Ha sido un gran gol, de bella factura. Así de simple.

Pero volviendo al tema. No debemos caer en la trampa. No podemos creer nada de lo que salga desde Madrid, ya sea desde la prensa o del mismo club, en relación a lo que ha pasado hoy y que ya se puede calificar de FRACASO. No es por el hecho de quedar eliminados de la Copa del Rey en cuartos de final. Son cosas del fútbol. Pero cuando eres el Real Madrid, y avisos de tus intenciones en cuanto a los éxitos de la temporada, no es ninguna buena noticia hacerlo contra el Celta de Vigo. Con todos los respetos. Hemos aguantado durante meses la convicción absoluta, e incluso con prepotencia, de que el Real Madrid lograría este año el Triplete.

Es cierto que son los actuales campeones de Europa. Los actuales campeones de la Super Copa de Europa. Y los actuales campeones del Mundo contando además con el Balón de Oro y el The Best en sus filas. Pero si hay algo que hemos aprendido, es que después de estos hitos la exigencia deportiva, y física, es muy grande y que hay que ir partido a partido. Sin obviar que la triple corona es un hito muy complicada que en Europa sólo siete equipos han conseguido. Y el Barça lo ha hecho dos veces con un Sexteto incluido.

Esta efeméride, que no ha sido desmentida por nadie, ha sido la gran obsesión de Florentino Pérez. No sólo esta temporada, sino desde que es Presidente del Real Madrid. El máximo mandatario blanco lo ha hecho llegar a través de sus medios afines liderados por la poderosa "Caverna". Y este año, ya estaba hecho.

Pero como he mencionado antes, y tal como dice otro dicho, "nunca hay que vender la piel del oso hasta que no se ha cazado". Pero todo está controlado. A partir de estos momentos lo que era una victoria segura pasará a mejor vida poniéndose en marcha toda la maquinaria mediática con mensajes como "la Copa del Rey no es importante," la Copa no mola "," La Copa estorba " , o los recurrentes "tenemos 11 Copas de Europa", "tenemos 32 Ligas", o "somos el mejor club del siglo XX según la FIFA". Esta película ya la hemos visto.

Por suerte, los fans de Bruce Springsteen están de enhorabuena. Ahora es cuando los amantes del humor y el absurdo más absoluta se lo pasarán en grande. Basta decir que volverán los proyectos de remodelación en el Bernabéu, bodas, bautizos, comuniones, etc. No sería de extrañar, tal y como ocurrió el año pasado con The Boss, que el concierto de U2 en conmemoración del 30 aniversario de The Joshua Tree acabe siendo a mediados de mayo.

Bromas aparte, la temporada es muy larga y aún queda mucho. No podemos obviar que a día de hoy el Real Madrid es el líder de la Liga con un partido menos, y que aún están vivos en la Liga de Campeones donde todos los equipos tienen las mismas posibilidades. Por su parte, el Barça tiene que confirmar su pase a semifinales hoy contra la Real Sociedad, tiene que remontar en la Liga, y en la Champions nunca se puede decir nada. Como en ningún aspecto de la vida se puede asegurar nada.

Pero parece ser que las dinámicas están cambiando. Al Madrid le empiezan a aparecer los fantasmas del pasado. Los mismos que aparecieron en la temporada 2014-2015 con Ancelotti en el banquillo. Y los que el año pasado causaron el descenso del equipo de Luis Enrique en la segunda vuelta. Es evidente que jugar el Mundial de Clubes pasa factura en la planificación de la temporada. Veremos que pasa.

Si hemos de aprender alguna lección el día de hoy es, por una parte, tener en cuenta que conseguir el Triplete no es una tarea fácil. Que nada se gana sin bajar del autocar. Y sobre todo, que los Tripletes, y el Sextete, conseguidos por el Barça tienen mucho mérito y que nadie regaló nada. Cosas que en Madrid tienen otra perspectiva.

Vienen días duros en Madrid. El eterno sueño, sobre todo desde que el Barça lo ha conseguido, el Triplete blanco tendrá que esperar. Aún así, y lo comprobaremos de manera inmediata, en Madrid son expertos de aquello de que "quien no se consuela es porque no quiere".


"Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros". (Groucho Marx)

lunes, 23 de enero de 2017

BARRA LIBRE

Ya hemos terminado una nueva semana futbolística. Con jornada de Copa y Liga. Y si tenemos que sacar alguna conclusión es que todo va por buen camino. A pesar de quedar todavía pendiente el partido de vuelta del próximo jueves en el Camp Nou, y estar todavía a dos puntos, con un partido pendiente del Real Madrid contra el Valencia, en la competición de la regularidad.

No es que vender la piel del oso antes de cazarlo. Si no que me refiero a que en Madrid ya se ven obligados a iniciar una campaña mediática en contra del FC Barcelona por dos motivos muy claros. El primero es el propio Barça, en clara línea ascendente en cuanto a resultados, y después tenemos el estado del mismo Madrid. Con un Cristiano Ronaldo desaparecido y un nivel de juego necesitado de ayudas arbitrales.

En la Copa, el Barça hizo un muy buen partido. No fue un partido extremadamente vistoso ni brillante, pero la mentalidad del equipo fue clara. Había que sacar un resultado positivo como fuera. En cambio en Madrid, el Celta demostró mucho más oficio y se pudo incluso sentenciar la eliminatoria antes de jugar el próximo miércoles en Balaídos. Sea como sea, un 1-2 es un gran resultado, nunca se debe dar al equipo de La Castellana por muerto.

Hoy en Ipúrua, hemos visto a un gran Barça que ha sabido aguantar la presión inicial del Eibar evitando encajar un gol, destacar el mérito de un providencial Ter Stegen, y poner el partido de cara con el primer gol de Denis Suárez . Sólo a lamentar, la lesión de Sergio Busquets. El de Badia puede estar un mes de baja tras recibir una criminal entrada que probablemente habría merecido más castigo. Ni siquiera se pita falta. Parece ser que winter is coming y hace falta leña ...

No me gusta ver la violencia que últimamente se acogen los rivales del Barça para detener el juego azulgrana. Es aquí cuando el Comité de Competición debería entrar de oficio. Al menos así se hace en países serios...

En cambio ayer en Madrid, gracias a Santa Lucía deben dar por haber visto como el segundo gol de Sergio Ramos subió al marcador. A pesar de estar en un escandaloso, clarísimo, fuera de juego, ya van unos cuantos, el equipo blanco sumó 3 puntos tras otra gris actuación y donde una vez más The Best no hizo honor a su título.

Sinceramente, no sé cómo se escandalizan tanto en La Meseta por el actual estado de forma del portugués. Lleva ya más de un año donde se nota que ya no es el mismo, y donde parecen ignorar que en breves días cumplirá 32 años. Una edad muy avanzada para un jugador que depende principalmente de su físico y que el entrenador de turno, en este momento Zidane, deberá replantear su rol en el equipo y su posición en el campo. Un gran rematador que ya no puede permitirse el lujo de hacer tantos esfuerzos en un partido.

Momentos de incertidumbre donde la prensa madrileña hace oídos sordos, así como también en las ayudas arbitrales a favor, pero que no escatiman esfuerzos en denunciar un trato a favor del FC Barcelona. Sinceramente, sería un escándalo que Leo Messi hubiera visto la tarjeta roja en Anoeta y en cambio Illarramendi hayas marchado impune con una entrada criminal sobre el crack argentino.

Y eso es lo que hay que criticar. Hay "barra libre". Desde que hemos empezado el año 2017 hemos sido testigos de una violencia desmedida. Sobre todo en la eliminatoria contra el Athletic Club, el partido en Anoeta, y hoy en Ipúrua. Podemos llegar a entender que el Barça es muy superior a sus rivales y esto puede causar su desesperación. Pero no todo vale. Sobre todo cuando se superan los límites del reglamento y se pone en peligro el físico de las personas. Y lo peor de todo, parece ser que no pasa nada y que si nos quejamos, hablamos demasiado. Hay que cerrar el grifo.

Como mencioné en mi anterior artículo, todo va por buen camino. Hay que tener más paciencia, restar tranquilos y mantener la confianza en este equipo. Yo la tengo intacto. Y no hay mayor aval posible en el que digo que comprobar el nerviosismo de La Caverna.

No hay mayor síntoma de que el hecho de que se cuestione el rol de su máxima figura y que se trate de ocultar. Del mismo modo que se trata de ocultar la agresividad hacia los jugadores del Barça sobre el césped.

"El optimismo es la fe que conduce al éxito. Nada puede hacerse sin esperanza y confianza. "(Helen Keller)

martes, 17 de enero de 2017

EL P**O AMO

Desgraciadamente 2016 ha sido según los entendidos del fútbol, ​​aquellas voces autorizadas que tienen el derecho y la suerte de tener voto a premios como el Ballon d'Or y el nuevo nacido The Best, el año de Cristiano Ronaldo. La consecución de la Liga de Campeones, anotando el penalti decisivo, el EURO y la Super Copa de la UEFA, sin jugar por lesión, y el Mundial de Clubes han sido factor determinante.

Una decisión llena de polémica. No se puede obviar la pobre actuación personal de Ronaldo durante la toda temporada. No sólo ha firmado un año paupérrimo a nivel personal en líneas generales, sino que también pasó totalmente desapercibido en citas importantes como la Final de la Liga de Campeones (desafortunado durante los 120 minutos pese a destacar la ejecución de penalti decisivo), y lesionado en la final de la Euro ya la UEFA Super Cup.

Argumentos que ya han sido tratados nos numerosos debates y no me quiero hacer pesado con el tema. Es algo que todo el mundo ya sabe, una decisión que ha causado mucha controversia. Personalmente, encuentro contradictorio que premios al rendimiento individual se vean condicionados por los méritos y logros colectivos. Si no hubiera más candidatos lo podría llegar a entender. Pero con más jugadores que han destacado, sobre todo Messi haciendo lo que hace semana tras semana y en un año donde ha conseguido el Doblete y la final de la Copa América siendo tan decisivo en toda la competición, cuesta de digerir.

Después de una semana en Nueva York por motivos laborales, éste era uno de los temas de lo que quería hacer mención. La clasificación del Barça en cuartos de final de la Copa del Rey, destacando el papel del propio Messi, y su renovación son también en mi agenda. Espero que el cabreo experimentado dentro del vestuario azulgrana tras el nefasto arbitraje en San Mamés y Villarreal haya servido, eso espero, como punto de inflexión para lograr una dinámica más regular de lo que hemos vivido hasta ahora.

Me mantengo en la idea de que hay un barcelonismo paciente y unido. El Barça ha demostrado un gran poder de reacción y ha callado las bocas de los críticos que antes de llegar al ecuador de la temporada ya ven venir una temporada totalmente desastrosa para los intereses azulgranas. Primero de todo hay que admitir la valía y la calidad del Athletic Club como rival. Y en segundo lugar, hay que denunciar que la actuación arbitral ha podido costar muy caro a los intereses culés. Sobre todo en San Mamés ...

Esta eliminatoria, y el partido de Liga contra la UD Las Palmas, ha demostrado también el gran momento de forma en el que se encuentra Leo Messi. Digan lo que digan, el argentino es el mejor futbolista de la historia y la acción más propia del sentido común, refiriéndome a las palabras de Grau (Director General del FC Barcelona), es renovar sin lugar a dudas a Leo Messi como antes. Es un debate que no existe por ninguna parte. A menos que de sentido común no se tenga.

Eso si, como periodista y publicista y relaciones públicas que soy (disciplinas del mundo de la comunicación), denuncio una falta de orden y de sentido común en la estrategia comunicativa del FC Barcelona. Es evidente que es una tarea muy complicada de desarrollar, y más en un club tan grande como el Barça, pero hay que admitir que no hay unidad en el mensaje que hay que transmitir al socio a través de los medios de comunicación. En momentos complicados, hay unidad absoluta. Y más cuando hablamos de Messi.

Cristiano Ronaldo es un jugador de época. Una leyenda. Pero es un crimen compararlo con Leo Messi. Si vamos, por ejemplo, en YouTube y buscamos "mejores goles de Ronaldo" encontraremos una selección de lanzamientos de penalti y remates casi a placer. Evidentemente se han de marcar, pero si cambiamos a la búsqueda el nombre del jugador portugués por Messi, hay que detener el vídeo para cargarlo e ir a buscar palomitas para sentarse y disfrutar de goles legendarios. Sin obviar naturalmente, que Messi cuenta con muchos más registros que no remate.

El sentido común que no ha habido a la hora de designar a Messi como el mejor, se pondrá desde Barcelona para cuidar y mimar lo que tenemos en casa. No me imagino un Barça sin Messi. Aunque llegará el triste día que tenga que colgar las botas. El astro argentino es un "todocampista" capaz de jugar casi todo ofreciendo toda una exhibición de pases, construcción de juego, balón parado, y gol. Si Cristiano Ronaldo es, para algunos, The Best, Leo Messi es sin lugar a dudas, el p ** o amo.


"El sentido común no es nada común." (Voltaire)

martes, 10 de enero de 2017

"TOTS UNITS FEM FORÇA"

Si hay algo que nunca me ha gustado es justificar las derrotas, o al menos los resultados negativos, por las acciones de terceros. La autocrítica es muy importante y, pese a la opinión de algunos, creo que el nivel de juego del Barça es bastante bueno aunque hay ciertos aspectos mejorables. Sin embargo, sobre todo en los últimos partidos, los arbitrajes dejan mucho que desear. No sólo hablo de acciones puntuales, que siempre son las que llaman la atención, sino también del tratamiento de los colegiados hacia los métodos empleados por los adversarios.

El Barça dio ayer un gran partido en Villarreal. Dominó el juego, disfrutó de numerosas ocasiones, y fue víctima de la mala suerte de cara a portería. Este es precisamente uno de los aspectos a criticar del juego azulgrana. Personalmente, creo que el Barcelona está sufriendo un poco la falta de acierto de los jugadores de delante así como también efectuar un bajo número de disparos a portería. Es muy difícil que nos toque la lotería si no compramos números.

Este sería el aspecto más destacable del juego azulgrana. Como mucho podríamos añadir que a veces falta un poco de velocidad en la circulación del balón. Pero como he dicho antes, el nivel de juego azulgrana es satisfactorio y como reza el dicho popular, "la diferencia reside en si entra o no entra la pelota."

Ahora bien, este no es el único problema. Los arbitrajes están siendo un poco decepcionantes para los intereses azulgranas y muy beneficiosos para los rivales. Sobre todo el Real Madrid. Los blancos no hablaré paso. Ya tenemos suficiente para hablar de lo que pasa en Can Barça. No sólo de los errores puntuales como los dos penaltis en San Mamés (El de Piqué es más discutible, el de Neymar todo un escándalo) y la pasividad ante la agresividad de Aduriz y Raúl García.

Si hablamos de ayer tenemos el clamoroso, utilicen el adjetivo que quieran, penal de Bruno en el antiguo Madrigal, ahora Estadio de la Cerámica. Señalar córner en esta jugada significa que el árbitro ha visto el contacto de la pelota en el jugador defensor. Y si es así debe ver como Bruno Soriano estira la mano de manera deliberada emulando a Sergio Asenjo. O el árbitro señala corner por inercia o bien que no tiene el valor de pitar penalti. Queda la broma de saber si Bruno hubiera hecho mejor papel que Asenjo al MAGISTRAL gol de falta de Leo Messi.

Hay muchas cosas que no me gustan. No sólo los errores puntuales, sino la permisividad de los colegiados, y los estamentos, ante las artes que utilizan los equipos para frenar a los azulgrana. Estoy cansado de que la gente confunda la intensidad con la violencia intimidatoria. Patada tras patada. Golpe tras golpe. Agresividad verbal y física que sólo recibe a cambio las amonestaciones verbales y en forma de tarjeta amarilla para los azulgrana por protestar. Lo más normal del mundo cuando lo que tiene que poner paz freno pasa de todo.

No me gusta tener que utilizar el paraguas del arbitraje para justificar los malos resultados de mi equipo. El Barça es mucho más grande que todo eso. Pero cuando sufres lo que sufres cada semana, y nadie hace nada para evitarlo hay que alzar la voz. Y menos me gusta aunque quien lo tenga que hacer sea un jugador de la plantilla. Por mucho que sea Piqué. Los jugadores deben limitarse a jugar. Pero cuando ves que ningún miembro de la junta directiva toma la iniciativa, tarea donde veces se echa en falta un directivo del perfil Joan Gaspart, sólo puedo hacer que levantarme y aplaudir a Gerard Piqué. Alguien tenía que pronunciarse y hacer un golpe en la mesa antes de que sea demasiado tarde.

Es posible que el central catalán acabe sancionado por sus acciones. Es normal. En un país normal, con un comité de competición normal, se persigue y se sanciona estas actitudes. Pero en estos países normales, los comités entran de oficio y estudian y penalizan acciones violentas como las que protagonizó Aduriz en San Mamés. La agresividad y la violencia deben ser perseguidos y sancionados para velar la salud de los jugadores. Pero parece que en este país importa más lo que dicen de nosotros, y dependiendo del color de la camiseta, que no el físico de nuestras estrellas. Aquellas que hacen que ciertos directivos puedan llevar el nivel que llevan sin mover un dedo.

Alguien de Seguimiento FCB comentó por las redes sociales, frente a las acciones de Aduriz en San Mamés, que echaba de menos un jugador del perfil de Migueli. Un defensa duro, contundente, pero noble a la vez. Un perfil de futbolista que hubiera puesto a raya al delantero vasco que se dedicó a hacer daño y reírse en la cara de Umtiti en vez de preocuparse por su salud y pedir perdón. Mi padre siempre me contaba la anécdota de un partido contra el Madrid donde Butragueño simuló un penalti, no se señaló, y Migueli agarró del cuello al delantero del Madrid diciéndole, "si te vuelves a tirar, la próxima te echo yo y no te levantas ".

A veces hay que contar con este perfil. Es necesario ser contundente, siempre con el balón en disputa, e imponer respeto. Como también hay una persona a la junta directiva que alguna vez haga alguna declaración contundente para liberar esta carga sobre cualquier jugador de la plantilla. Esta situación pone en evidencia, además, una gran falta de liderazgo de la nave azulgrana. Los líderes, en todas las facetas siempre son necesarios.

Es necesario que todos remamos en la misma dirección. Es necesario que el barcelonismo siga unido. Hay que encontrar un punto de inflexión y que el equipo vuelva a ser mortífero de cara a los rivales. Y si no estamos unidos y tomamos las responsabilidades que nos corresponden, desde la afición hasta el Presidente, no llegaremos a ninguna parte. Todos unidos hacemos fuerza.


"No hay problema que no podamos resolver juntos, y muy pocos que podamos resolver por nosotros mismos". (Lyndon B. Johnson)

viernes, 6 de enero de 2017

EL GRINCH

El divertido actor Jim Carrey personificó, hace ya unos años, el popular personaje navideño americano que se encargaba de amargar la Navidad de los más pequeños. Una especie de ogro verde que tenía una tarea bien negra: robar los regalos de Santa Claus. Un cuento infantil que tenía como objetivo el buen comportamiento de los niños de cara a recibir buenas recompensas por parte del hombre de barba blanca de Rovaniemi.

Nos encontramos en una semana especial. Ayer era una noche especial. El calendario nos ha llevado a una "Noche de Reyes" con una jornada muy apasionante de la Copa del Rey. Pero lo que debería ser una jornada de pasión e ilusión, tal y como ya hice referencia en mi anterior artículo, ha quedado en segundo plano por culpa de las polémicas decisiones de Mateu Lahoz, ayer en el partido del Bernabéu, y Fernández Borbalán hace unas horas en San Mamés. Los árbitros no han comenzado en forma ...

Si hablamos del partido en el Bernabéu seríamos muy poco justos y objetivos si negamos que el Real Madrid hizo un gran partido, sobre todo en la primera parte, ante el Sevilla. A pesar de las numerosas bajas en el conjunto blanco, el Madrid solventó, probablemente, la eliminatoria en sólo 45 minutos. Sin Ramos, Ronaldo, Benzema y Bale, el Madrid ofreció su mejor versión desde que Zidane sede en la baqueta blanca.

Pero no se puede negar que la actuación arbitral del árbitro valenciano jugó un papel muy importante a la hora de plasmar el marcador final. No sólo por las decisiones inverosímiles que nadie entiende. Jugadas que claramente son falta y que no se pitan y acciones donde no pasa nada y se saca el conejo del sombrero. Así pues, dejó pasar una clara falta de Morata en la jugada previa al gol de Varane y se pitó un penalti a Modric al recibir un empujón de su compañero James.

Ciertamente el Sevilla no hizo el partido que esperaba. Pero la actuación de Mateu Lahoz puede resultar muy determinante a la hora de decidir qué equipo será el bombo para los cuartos de final de la Copa del Rey. En el fútbol siempre puede pasar de todo, pero mucho tendrá que trabajar el Sevilla para batir al Real Madrid y pasar ronda.

Algo parecido ha ocurrido hoy en San Mamés. Aunque el resultado final es mucho más abierto y todo está por decidir el partido del próximo miércoles en el Camp Nou. Ciertamente el Barça no ha empezado muy bien. Los errores y la falta de intensidad, o simplemente inferior a la exhibida por el Athletic Club, ha declinado en el 2-0 de la primera media hora.

Pero cuando el Barça ha comenzado a despertar, a pesar de que no estaba haciendo un mal partido del todo, ninguno de los 4 jueces ha visto la terrible agresión de Aduriz a Umtiti que gracias a Dios no ha pasado nada más grave. Un puñetazo en la nuez puede tener terribles consecuencias. Roja perdonada al delantero vasco que ha supuesto el final tarjeta amarilla por ambos jugadores para discutir la jugada.

Y lo más importante, no pasa nada para reclamar el claro penalti no señalado a Piqué y el aún más claro sobre Neymar. Encima la indignación general, totalmente justificada, ha significado un baile de tarjetas amarillas para los jugadores azulgrana. Derrota por 2 goles a 0 al descanso, indignación al vestuario azulgrana, y, supongo, enorme reflexión por parte del equipo arbitral sobre los enormes y graves, errores cometidos durante los primeros 45 minutos.

No quiero ser mal pensado. No creo en manos negras, aunque últimamente parecen más bien blancas, y me resisto a pensar más allá de dos actuaciones desafortunadas. Nada más. Pero si realmente existe algo más tenemos un grave problema.

Además, de nada sirve la famosa "ley de la compensación". A pesar de que las dos expulsiones por parte de los jugadores bilbaínos han sido más que justificadas. Pero el daño ya está hecho cuando tienes que remontar un partido que muy probablemente, por mucho que digan que el rival ha sido mejor, podrías ir ganando cómodamente. Parece ser que nos tendremos que conformar con el resultado final, no es nada malo teniendo en cuenta que la vuelta será en el Camp Nou.

La ya finalizada ida de los octavos de final de la Copa del Rey ha dejado más abierto que nunca el debate de la calidad arbitral en nuestro país. Lo digo así porque soy una persona educada y nada malpensada que quiere creer en la "Noche de Reyes" y no en unas personas que, tradicionalmente vestían de negro, se han dedicado a emular al famoso personaje de la película de Jim Carrey incluso en su indumentaria. Una noche donde en vez de ofrecer emociones e ilusiones, se han dedicado más bien a sacarlas convirtiéndose en el Grinch del arbitraje español.


"Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año." (Charles Dickens)

jueves, 5 de enero de 2017

CON LA ILUSIÓN NO SE JUEGA

Ya de por sí, empezar un nuevo año es sinónimo de ilusiones renovadas. Hacer una dieta, empezar a hacer deporte, adquirir hábitos más saludables, viajar, mejoras laborales, etc., son tópicos que encontramos una vez arrancamos la última página del calendario. Ahora bien, hay cosas que no cambian. Como la pasión por el fútbol y la ilusión que genera.

Lo que pasó el pasado martes en el Mini Estadi del FC Barcelona merece una total y profunda reflexión. Un fenómeno que, sobre todo los que somos aficionados a la música ya hemos visto en algunos macro conciertos. Carteles de Sold Out y grandes claros, zonas vacías para hacerlo más fácil de entender, en las gradas.

Y eso es lo que ocurrió con el tradicional entrenamiento a puertas abiertas de Navidad que ofrece el club a sus socios y aficionados. El Barça agotó las cerca de 15.000 entradas disponibles para el Mini, gratis para sus socios y 5 euros para el público en general, y en la hora de la verdad 10.0000 personas hizo un uso.

A pesar de que muchas personas se quedaron con las ganas de ver a sus ídolos de cerca, o simplemente hacer un regalo muy especial a los más pequeños de casa, nada ni nadie evitó que, además de ofrecer una imagen muy pobre con grandes huecos en las gradas, los reventas operaran con total libertad en los alrededores de las instalaciones del FC Barcelona.

Este episodio, que llamó bastante la atención, es sólo la punta del iceberg de lo que sucede cada semana que hay partido en el Camp Nou, los desplazamientos, y sobre todo a las finales. Ya sea deambulando por las calles, o ir a la recepción del famoso Hotel Madanis cerca del Camp Nou.

Servidor, saludando a una amiga que trabajaba en la recepción, observé como en un intervalo de 5 minutos, al menos 20 personas dejaban abonos a nombre de la misma persona. Desgraciadamente no recuerdo el nombre, y por lo que sé, el club ya es al corriente. Un grupo de miserables que juega con la ilusión de las personas que, ya sean grandes o pequeños, debería, y debe ser, intocable.

No quiero poner en duda la lucha contra la reventa ejercida por la directiva. Tampoco por las fuerzas de la autoridad. Pero lo que es evidente es que nada es suficiente para detenerla y amenaza al destruir la poca esencia de pasión que aún nos queda en el fútbol moderno.


"La guerra es el arte de destruir hombres, la política es el arte de engañarlos." (Jean Le Rond D'Alembert)