miércoles, 31 de mayo de 2017

¿HASTA DÓNDE VAMOS A LLEGAR?

Daniel Khal a la derecha de la imagen.
Hoy me gustaría hablar de fútbol. Pero no puedo. Hay cosas más importantes. Evidentemente que estoy contento por la consecución de la 29ª Copa del Rey, la tercera consecutiva y la 5ª en 9 temporadas. Efeméride que supone el noveno título de la era Luis Enrique y el título número 30 en los últimos 12 años. Mañana haré una valoración más deportiva de lo que ha significado esta Copa y lo que cabe esperar en el futuro.

Hoy quiero denunciar una injusticia. Un caso de xenofobia. Un caso de violación de la aplicación de una resolución judicial a favor de la exhibición de la estelada (la bandera independentista de Catalunya). Un caso que da aún más motivos a los que apoyan la independencia. Un caso que da aún más motivos a las personas que no lo comparten, pero que ejercen el uso de la razón. Un caso que da mucho que pensar.

Como muchos saben, soy culé, socio abonado, y actualmente vivo en Berlín. Pero también hay casos similares, pero a la inversa. Como el de Daniel Kahl, natural de Berlín y que reside desde hace años en Barcelona y es socio del FC Barcelona. Su integración a la cultura catalana es tal, que, además de estar casado con una catalana, demuestra un soberbio dominio de la lengua. Nuestro amigo, fue víctima de una gran injusticia el pasado sábado en Madrid cuando se disponía a acceder al Estadio Vicente Calderón. Y es tal su dominio del catalán, que citaré lo que pasó con sus palabras literales (traducidas al castellano para los lectores de "El Penalti" y demás castellanoparlantes).

"A la hora de acercarme al Estadio estuve acompañado de dos amigos alemanes y al momento de pasar el control de entradas pasé como último de nosotros tres. Traje una mochila pequeña y, el hecho de que resultó un problema, una estelada colgada a la espalda. Revisar la mochila tardó tanto que grité mis amigos pidiendo que me esperasen. Ya me miraban con malos ojos para la bandera, pero al enterarse de que soy extranjero me piden la documentación, les enseño mi DNI alemán, y comienzan a preguntarme que significativo tiene la estelada y por qué la llevo.

Les contesto que es sólo una bandera y enseguida me vi rodeado de unos cuantos Policías Nacionales y miembros de seguridad del Estadio. Vuelven a pedirme la entrada para comprobar su titularidad (caso afirmativo ya que soy socio y fui agraciado en el sorteo) y me la requisaron. Entre el pedir que me devolvieran la entrada, y las repetidas preguntas del porqué de la bandera, me obligan a acompañarlos afuera donde me encuentro con aún más policías."

La situación se volvió aún más surrealista cuando los Policías, según Daniel, comentaron que "hoy no hay partido para ti". Daniel asegura que en ningún caso perdió los nervios. Pidió explicaciones y también alguien que hablara inglés "porque no domino el castellano y no quería provocar hablándoles en catalán.

Pero ya no había manera de tranquilizar la situación y me obligaron a salir del recinto del Estadio. Un Policía Nacional me cogió del brazo bien fuerte acompañándome hacia la salida, me devolvió el DNI y, cuando pregunté por mi entrada, me despidió con las palabras "¡Cállate y lárgate. No queremos volver a verte!" con el brazo levantado amenazando de darme un golpe."

Sinceramente, conozco personalmente a Daniel y confío totalmente en sus palabras y en su reacción de serenidad, como buen alemán. Yo mismo fui testigo de episodios similares donde Policías requisaban esteladas, símbolo que no es anticonstitucional, dentro y fuera del Vicente Calderón. 

Denuncio desde aquí totalmente este hecho, y la pasividad de la Policía española hacia los símbolos prohibidos. Como por ejemplo, la bandera de la España franquista. Además, y tal como recordó el Presidente Puigdemont, hay una sentencia penal española que condena la censura contra la estelada. No podemos pedir la aplicación de la Ley cuando la autoridad hace caso omiso a dichas sentencias.

Es más que evidente que nunca se debe generalizar y extender estas actitudes a todos los miembros de Seguridad del Estado. Pero lo que pasó el pasado sábado es un caso muy grave, y preocupante, de abuso de la autoridad. Y lo que es peor, un ejemplo denigrante de intolerancia, discriminación, y atentado contra el derecho de la libertad de expresión. "Atado y bien atado".



"Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo" (Evelyn Beatrice Hall)

lunes, 22 de mayo de 2017

57 CENTÍMETROS DE AUTOCRÍTICA

En primer lugar quiero felicitar en voz baja el Real Madrid. A pesar de todo lo ocurrido durante la temporada, creo que al Barça le ha faltado un poco más de regularidad y contundencia. Y en segundo lugar, quiero manifestar que estoy molesto. No por el simple hecho de que el FC Barcelona no haya sido capaz de revalidar el título de Liga, sino porque hoy pasara lo que pasara era el último partido de Luis Enrique Martínez en el Camp Nou como entrenador del Barça, recordemos que aún queda la Final de Copa del Rey el próximo sábado contra el Alavés en el Vicente Calderón, y el Estadio barcelonista presentaba una entrada de 74.000 espectadores. Lamentable.

A pesar de que el título de Liga fuera casi imposible, creo que un entrenador que nos ha dado un Triplete en su primera temporada (5 títulos el primer año natural), un Doblete en la segunda (con 3 títulos el año natural), y una posible Copa del Rey en la última temporada, lo que haría 9 títulos ganados de 13 posibles, merecía un mejor despedida. Con lo que hemos vivido en Can Barça tenemos que ser más agradecidos.

Hablando de fútbol, ​​también tenemos que ser más autocríticos. La Liga no se ha perdido hoy. Se perdió en la derrota en casa contra el Alavés, y fuera contra el Málaga y, sobre todo, contra el Deportivo de la Coruña. El equipo azulgrana no ha sido regular ni en el juego ni en los resultados, y esta sensación se ha magnificado con la eliminación en cuartos en la Liga de Campeones contra la Juventus. Aunque hay que destacar que ciertas decisiones arbitrales no le han ayudado nada. Si se hubieran validado el gol en el Villamarín, donde el balón entró 57 centímetros, contra el Málaga en el Camp Nou, Piqué estaba en posición legal, o el penalti no señalado contra el Villareal en el Estadio de la Cerámica, el Barça sería Campeón de Liga.

Pero hay que reconocer que el Real Madrid, a pesar de contar con muchísimas decisiones arbitrales que han jugado a su favor (creo que se ha de mencionar), se ha mostrado mucho más regular, contundente (con un Cristiano Ronaldo estelar en su faceta como goleador en las últimas jornadas), y sobre todo más decidido a ganar el título después de haber conseguido sólo una Liga en 8 años. Han ido a por faena.

Así pues, queda apoyar al equipo para conseguir la Copa del Rey número 29. Es cierto que ganarla, siendo el eterno rival campeón de Liga y finalista en la Liga de Campeones, parece poca cosa. Pero si se pierde, el partido contra el Alavés no será fácil, se puede cerrar una temporada de auténtico fracaso. A partir del 28 de mayo ya tocará hacer las evaluaciones oportunas.

Ayer celebrábamos el 25 aniversario de la primera Copa de Europa en Wembley. Un título que cambió la dinámica de este club. Ganar títulos es una tarea muy complicada y tenemos que ser justos y saber valorar lo que estamos viviendo y ser pacientes y entender que el Barça, con 4 retoques de cara a la próxima temporada y sobre todo mucho sentido común, aunque tiene plantilla para seguir consiguiendo nuevos retos de manera satisfactoria.

Mientras tanto, podemos seguir lamentándonos, con toda la razón del mundo, que el Barça se ha quedado a 57 centímetros de ser campeón de Liga. O bien dar un golpe en la mesa, demostrando mentalidad ganadora, y entender que, a pesar de las adversidades arbitrales, el Barça tiene que estar por encima de este factor y que debería haber sido capaz de sacar adelante estos partidos sin lamentar mencionados errores. Pero ahora... ¡A por la Copa!


"Para marcar, debes chutar". (Johan Cruyff)

sábado, 20 de mayo de 2017

25 AÑOS DISFRUTANDO

Si he de ser sincero, yo no recuerdo mucho ese día. Mis padres siempre me han contado que yo estaba el comedor de casa mirando el partido ajeno a lo que pasaba y el que de verdad sufrió fue mi padre. Angustia que se terminó aproximadamente a las 22:40 de la noche cuando Ronald Koeman marcó lo que es, probablemente, el gol más importante de la historia del Barça.

Sin embargo, recuerdo celebrarlo en la Peña Barcelonista de Vilanova y el día después en la Escuela Pia de Vilanova donde cursaba Segundo de Primaria. Tenía 7 años. Desgraciadamente, si que tengo más recuerdos de la fatídica final de Atenas contra el Milan. Estaba en casa de mis abuelos, y fue una noche muy triste. Fuimos a dormir sin intercambiar casi una sola palabra.

El gol de Koeman acabó con una depresión que había comenzado 6 años atrás en otra final en Sevilla. El Estadio Ramón Sánchez Pizjuán fue testigo de una de las noches más amargas, sino la que más, de la historia del FC Barcelona. El equipo azulgrana, que venía de la famosa remontada ante el Goteborg con un Hat Trick de Pichi Alonso, no fue capaz de doblegar al Steaua de Bucarest. Un ejemplo de que nunca se debe cantar victoria antes de tiempo.

Aquel gol en el antiguo Wembley, lo que siempre me lo corroboran mi padre y mi abuelo, fue el cambio de una mentalidad derrotista y victimista por una más de optimista y ganadora en el entorno azulgrana. Pero los acontecimientos que han sucedido en estos 25 años han demostrado que algo más cambió aquel 20 de mayo de 1992. Se había instaurado un nuevo modelo futbolístico en el FC Barcelona que, además de éxitos y un fútbol de ensueño, había despertado la admiración del mundo entero.

Hace pocos días Televisión de Cataluña emitió un reportaje que escogió un título que consigue definir a la perfección lo que significó aquella efeméride. "Wembley: El inicio de todo" pero no contó, en mi humilde opinión, con el mejor hilo conductor para rememorar aquel 20 de mayo de 1992 a pesar de identificar, opinión que si es unánime, a Johan Cruyff como artífice de aquel éxito y cambio radical en la identidad del FC Barcelona.

Mucho mejor fue el reportaje del programa Informe Robinson que se emitió por la cadena Movistar+. "Wembley 1992" supo transmitir al espectador la temporada de la primera Copa de Europa del FC Barcelona con mucha más precisión. Sobretodo porque se aleja del carácter de homenaje a Johan Cruyff del reportaje de la televisión catalana y se adentra en un ambiente mucho más futbolístico.

Y eso fue Wembley'92. Un cambio de paradigma futbolístico de un equipo que iba perdido, sin estilo, concepto, ni identidad. El triunfo en el mítico estadio inglés llevó a lo que los aficionados al Barça hemos estado disfrutando 25 años después. El fútbol más estético que se ha visto nunca y títulos. Muchos títulos con la segunda Champions en París en 2006, la tercera en Roma (con Triplete y Sextete incluido), la cuarta en el nuevo Wembley en 2011 (donde se ha visto la mejor actuación futbolística de un equipo en una final), y la quinta en Berlín 2015 (con Triplete y con 5 títulos en ese año).

Los barcelonistas nos debemos sentir muy afortunados de lo que hemos vivido. Una trayectoria envidiable que cambió, tal y como diría el maestro Cruyff, "en un momento dado" de aquel 20 de mayo de 1992. Un recorrido que, pase lo que pase mañana en la última jornada de Liga, nos debe enseñar que el derrotismo y el pesimismo no se han de apoderarse del sentir azulgrana.

La Liga está muy difícil. Dicho de una manera más concisa deberíamos admitir que es casi imposible. Pero el fútbol nos ha enseñado que nada es imposible y que hay que trabajar hasta el final. Una temporada que se puede acabar con un título de Copa del Rey la próxima semana contra el Alavés.

El culé debe ser optimista y realista. La próxima temporada tendremos nuevo entrenador, un nuevo proyecto. Un nuevo curso donde el barcelonista debe apoyar al nuevo líder del banquillo con la convicción de que el Barça tiene una plantilla, a mejorar con 4 fichajes de jugadores maduros (26-29 años), que es capaz de seguir haciendo disfrutar cada semana al socio. Una temporada que seguro acabará con nuevos éxitos deportivos.

Mientras tanto, celebremos y seamos agradecidos con la herencia de Johan Cruyff y su Dream Team. Unos frutos que se han traducido con este fantástico Barça de Messi que seguro luchará esta Liga hasta el final a la espera de lo que ocurra en Málaga. Como dijo Johan, el devenir del futuro sólo pasa por asegurarnos de que los jugadores salgan y disfruten. Es la única garantía de seguir pasándolo bien 25 años más.


"Si el equipo contrario tiene un jugador inteligente que se desmarca muy bien, siempre optamos por la solución más sencilla: Que no lo marque nadie. No se desmarcará". (Johan Cruyff)

jueves, 11 de mayo de 2017

ALGO FALLA

Estamos en el momento álgido de la temporada. El Barça sigue haciendo su trabajo con el objetivo de ganar los 2 partidos de Liga que quedan para poner presión al Real Madrid, esperar una derrota o bien dos empates del máximo rival, y tener alguna opción de revalidar el título.

Y ya tenemos final confirmada en Cardiff. La Juventus ha confirmado su opción de serio candidato al título, yo personalmente creía mucho en este equipo al inicio de la temporada, y el Real Madrid intentará el que nunca nadie ha conseguido con la nueva nomenclatura de UEFA Champions League, ganar dos "orejona" seguidas. Esperamos que Dani Alves consiga su tercer Triplete.

Antes de entrar en materia. Puedo entender el punto de vista de los que planifican la plantilla del Barça. Quizás Alves ya había cumplido un ciclo. Quizás Dani ya se había hecho mayor. Pero es evidente que si te deshaces del mejor lateral derecho del mundo debes tener pensado un relevo de garantías en vez de hacer experimentos con centrocampistas. Y en este caso, el rendimiento del brasileño ha demostrado que todavía tenía cuerda. Grave error de la Secretaría Técnica del Barça. Muy grave.

Pero hoy no quiero hablar de fútbol. Me gustaría tratar un tema que me ha sorprendido, y mucho, durante los últimos días y que afecta a la masa social de Can Barça. Es posible que el rival, el Deportivo Alavés, no motiva suficientemente a los socios con el fin de desplazarse a Madrid. Es posible que el socio barcelonista tenga la sensación de "estómago lleno" al tratarse de la séptima final en nueve temporadas. La tercera seguida.

O incluso el miedo que había de ir a Madrid en un momento en el que muy probablemente el Madrid ya fuera Campeón de Liga y clasificado para la Final de Liga de Campeones. Son muchos los factores, ciertamente. Pero lo que es evidente es que algo falla en un club de casi 150.000 socios que no puede agotar las más de 13.000 entradas, han sobrado cerca de 3.000, disponibles para la Final del Calderón. No hay excusas.

Es verdad que haber quedado eliminados en cuartos de final contra la Juventus ha resultado una decepción. También lo es que la afección puede mostrarse desconcertada por la trayectoria irregular del equipo durante toda la temporada. Pero lo que ha sucedido en este proceso de venta de entradas, que ya se dio a menor escala el año pasado contra el Sevilla, da mucho que pensar. A mí, me pone muy triste.

Probablemente al socio barcelonista no está satisfecho con que jugar una Final de Copa del Rey quedando eliminados tan temprano en la Champions. Pero un título es un título y una final no se juega cada día. No valorar esta efeméride obliga a alertar de que cuando el equipo pase por momentos duros, el famoso fin de ciclo, daremos aún más valor a lo que hemos y estamos viviendo. El destino no quiera que echamos de menos jugar lo que para muchos es, de manera equivocada, una simple Final de Copa.


"El conformismo es la forma moderna del pesimismo." (Antonio Escohotado)