viernes, 28 de octubre de 2016

DOCE

Imaginemos que nos roban el Ferrari y la Policía nos recrimina que no se puede dejar un coche tan bonito aparcado en la calle. O peor aún, imaginemos que un violador sea declarado inocente de su acto alegando que la víctima iba vestida de manera provocativa.

Estas situaciones, inaceptables, son excusas que se han dado más de una vez por ciertos "iluminados" al intentar justificar lo injustificable. Y eso es lo que ha pasado en el fútbol español durante esta semana con el Presidente de La Liga y el Comité de Competición como protagonistas con inadmisibles declaraciones, en el primer caso, y con una insólita y sorprendente resolución a los incidentes de Mestalla en el segundo.

Como comenté en mi artículo de ayer, estamos viviendo unos tiempos de auténtico esperpento. Las acciones tomadas por ciertas personas con cargos de responsabilidad, prensa, y otras instituciones dejan mucho que desear y demuestran que no merecen ocupar estas posiciones. Y lo peor de todo, lo que ayuda a entender por qué se han llegado a ciertas situaciones que nos irritan en la actualidad, no acaban de entender el PORQUE de la indignación de la directiva del Barça y de sus aficionados, representados algunos, por Seguiment FCB.

El aficionado barcelonista no entiende y se indigna con un estamento que en teoría debe ser objetivo, serio y profesional, redacte una resolución propia de una competición de aficionados y carente de los valores mencionados al principio de la frase. El aficionado barcelonista no entiende y se indigna con un comunicado que dedica más líneas a denunciar la actitud de la víctima que no a condenar la acción del agresor con la intención de invertir los papeles.

El aficionado barcelonista no entiende y se indigna con la acusación a los jugadores de fingir y exagerar la agresión sufrida en Mestalla a pesar de contar con las imágenes. Contradiciendo a sí mismo, lo dice el Reglamento, ya que es sabido que es sancionable el "dar o intentar dar".

En el contexto de un tema tan delicado y sensible ocurrido en una competición tan importante como La Liga, su presidente, Javier Tebas exhibe en una falta de seriedad, imparcialidad, objetividad y, sobre todo, profesionalidad con unas vergonzosas e inadecuadas declaraciones mofándose de los jugadores del Barça y poniendo en duda su honestidad. En la misma línea, el Comité de Competición se dedica a minimizar la agresión sufrida por la grada, el ambiente hostil vivido en Mestalla, la impunidad del árbitro ante el juego violento y, sobre todo, a señalar a los jugadores como los culpables de lo ocurrido.

Todo ello, en una preocupante demostración de irresponsabilidad ante el cargo que ostenta. Y es que como le dice Ben a su sobrino Peter Parker, personajes de Spiderman, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Una de las funciones del presidente de La Liga es también la de educar y transmitir valores a través del deporte. Y se ha convertido en todo lo contrario. Javier Tebas, con sus declaraciones, no ha hecho más que incitar aún más a la violencia.

Y lo que es peor, hemos llegado a una situación tan lamentable, tan pésima, tan horrible, que se ha llegado al punto, como se ha podido leer en Twitter, de "justificar un botellazo por la forma de celebrar un gol "de la misma manera que se" justifica una violación porque la chica llevaba minifalda y escote ". Tal como se dice popularmente, "una mentira repetida 100 veces, acaba convirtiéndose en realidad".

La afición barcelonista está cansada de que la protesta pacífica por la muestra de estrelladas sea motivo de castigo mayor que la agresión a futbolistas. Que el lanzamiento de objetos. Que los cánticos ofensivos, xenófobos, racistas y homófobos. Que la exhibición de símbolos prohibidos y anticonstitucionales. La afición barcelonista está cansada de que, como se dice vulgarmente, "se le orinen en la cara y se les diga que llueve".

Como se dice popularmente, todo suma. Y en términos de paciencia, todo lo que suma acaba de agotar el límite de dicha virtud. La paciencia, aunque cueste de creer es una virtud propia de los seres inteligentes y racionales. Y esta paciencia, se ha acabado por completo en el seno de la directiva del FC Barcelona y de sus aficionados.

Por eso mismo, el FC Barcelona, ​​a través de su presidente, y los aficionados del club, promovidos por la plataforma Seguiment FCB, creen que si nosotros mismos no defendemos a nuestro club nadie lo hará. Y por eso mismo, el aficionado, socio y abonado el Barça tiene la oportunidad de hacerlo en el minuto 12 del partido del próximo sábado ante el Granada con una gran pañolada y cantante educadamente contra estos estamentos y la persona de Javier Tebas . En este momento, más que nunca, "tot el Camp ha de ser un clam".

El coliseo barcelonista, y sus aficionados, deben ser un ejemplo, como viene siendo habitual, de cómo hacer una reivindicación de manera ordenada, educada y sobre todo pacífica. Dejando claro que los estamentos del fútbol español están representados por personajes que no se merecen este honor. Después de Osasuna, el Barcelona debe ser el siguiente en mostrar rechazo a las declaraciones mostradas por Javier Tebas y la resolución del Comité de Competición.

El número 12 propuesto por Seguiment FCB representa este jugador por el que los jugadores se dejan la piel en cada partido. El número 12 representa esos jugadores gracias los cuales pueden vivir acomodadamente los que precisamente critican las acciones de los otros 11. El estado de ánimo del jugador número 12 puede ser clave para las victorias de su equipo. El jugador número 12 del Camp Nou debe ser el sábado un ejemplo reivindicativo por la dignidad y el respeto a los jugadores y toda la institución del FC Barcelona. El jugador número 12 debe certificar que, tal y como reza la famosa frase de John "Jock" Stein, "el fútbol sin aficionados no es nada".


"La incompetencia es tanto más perjudicial cuanto mayor sea el poder del incompetente." (Francisco de Ayala)

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