miércoles, 26 de octubre de 2016

CARTA ABIERTA A LUIS SUÁREZ

Estimado Luis Suárez,

"Errar es humano, perdonar es divino y rectificar es de sabios". Probablemente, no exista una reflexión más acertada en la historia del pensamiento. Como afirmó Alexander Pope, aunque no me considero un sabio, creo que nunca es tarde para reconocer un error y por ello quiero dirigirme a tu persona, no para buscar ningún perdón, probablemente nunca llegues a leer esta carta , sino para hacer una muestra de admiración hacia tu figura como futbolista y también como una gran persona ha sido aprender de sus errores. No es necesario que me perdones por reconocer que eres un futbolista divino. Aunque probablemente, hay más de un aficionado al Barça que también ha pasado por la misma situación y se puede sentir identificado con este escrito.

Si tengo que ser sincero, tengo que admitir que quería hacer este artículo desde hace mucho tiempo. Y para ser más precisos, ya tenía pensada la fecha cuando terminó la pasada temporada de Liga y se confirmó su segunda Bota de Oro, la primera con la camiseta del Barça. No es por tanto un escrito ni mucho menos oportunista, simplemente quería aprovechar la entrega del galardón.

Los que me conocen personalmente, y tienen la memoria intacta, saben que he sido una de las personas más críticas con motivo de tu fichaje por el FC Barcelona. Si hay un sustantivo que puede describir el sentimiento que predominaba en mi persona no es otro que indignación. Sin obviar, las duras críticas que dirigí hacia la directiva presidida por José María Bartomeu y con Andoni Zubizarreta.

En ese momento, para mí, era como incorporar a Pepe en el Barça. Sin olvidar que no podías jugar hasta después de 4 meses para la sanción de la FIFA causada por la mordedura a Chiellini durante el Mundial en Brasil, y el riesgo que conllevaba invertir 80 millones de euros por un jugador reincidente en este tipo de agresiones.

Contabas con un peculiar historial. Tu serie de mordeduras comenzó en el Ajax, continuó el Liverpool y, como he mencionado antes, cerraste la trilogía con Uruguay. Por medio podemos encontrar agresiones varias y discriminaciones homófobas y racistas. Con este curriculum y presumiendo de un club que, valga la redundancia, presume de valor ejemplares, me sentí engañado y testigo de una presumible etapa decadente del Barça. Se venía de no ganar nada con Tata Martino, y con la sanción de la FIFA de dos mercados sin fichar, tu incorporación parecía la confirmación de que s`havia perdido el rumbo.

Evidentemente que me encontré con defensores, como Raül Llimós, con los que intercambié opiniones sobre tu persona y tu fichaje y que te defendieron a muerte cuando te comparé con Pepe. Evidentemente, y por suerte, el debate se quedó con eso. Como todas las demás que he mantenido con amigos, aficionados, etc. Teniendo presente que tenía la sensación de que habíamos hecho un favor al Liverpool sacándote del medio como potencial problema y, encima, ganando 81 millones de euros. ¿Por qué nos entendamos, y sin pelos en la lengua: para mí, no eres bienvenido en Can Barça y hice comentarios de los que me avergüenzo.

La temporada comenzó sin ti. Las cosas iban menos o menos bien hasta que vas debutó en el Bernabéu que, sumado a la derrota en casa contra el Celta, fue el inicio de un periodo de dudas hasta la otra derrota en San Sebastián y la posterior reacción. Esta, terminó con un triplete y con una actuación tuya a final de temporada excelente con gol importantísimo en la Final de la Champions. Y la temporada pasada, que tengo que decirte? Año sublime, probablemente el mejor jugador de la plantilla junto con Messi, y donde terminaste coronando hacerte con la Bota de Oro.

Tu excelso rendimiento vino, además, con un giro radical en tu actitud. Tu agresividad innecesaria con los contrarios desapareció dejando lugar sólo a la que has mostrado durante toda tu carrera sobre el césped y con una pelota como testigo. Eres el Hristo Stoichkov de la actualidad. Luchas cada pelota como si fuera la última provocando, en ocasiones, goles importantísimos. No tienes miedo al meter la pierna. Ninguna defensa consigue intimidar-té. Muerdes, en el sentido figurado, como ningún delantero del mundo. Luis, eres, sin lugar a dudas el mejor delantero centro del mundo ahora mismo. De los que te lanzan un melón y lo convierte en gol.

"Rectificar es de sabios", como decía Pope. Y yo con esta carta rectifico todas mis impresiones en aterrizar en Can Barça. No puedo estar más contento y orgulloso de que defiendas cada partido con sudor y lágrimas la camiseta del azulgrana. Simplemente, quiero pedirte una cosa. Si es que tengo derecho a hacerlo. Y no es que seas divino al perdonarme, no soy nadie para ti para merecer tal cosa. Además probablemente, como he mencionado anteriormente, no leerás nunca esta carta. Pero si que tengo el deseo de que sigas con este divino nivel futbolístico. Tu fichaje es todo un acierto. Sigue así y muchas gracias por demostrar que me equivoqué.


"Sólo el hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores." (Benjamin Franklin)

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