sábado, 23 de julio de 2016

EN BUSCA DE LA FELICIDAD

Además de Periodista, soy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Esta afirmación no tiene ninguna intención ponerme medallas, méritos, ni nada por el estilo. Simplemente, quiero que sirva como referencia de cara al punto de vista que me gustaría focalizar este artículo. Aunque haciendo un breve ejercicio de sinceridad, tengo la impresión de que cualquier persona familiarizada con el mundo del fútbol moderno puede llegar a entender lo que leerá a continuación.

No voy a hablar de fichajes. Lo haré más adelante. Aunque a modo de aperitivo o de teaser trailer quiero transmitir una impresión positiva al respecto. El tema que concierne este escrito gira en torno a cuestiones relacionadas con las diferentes herramientas del marketing que afectan a la camiseta del FC Barcelona.

No quiero entrar a discutir sobre la ética y moral que conlleva el patrocinio de Qatar Airways. Aunque vivimos en un mundo con una realidad política y económica muy complicada, y que conlleva un amplio debate, valga la redundancia, complicado, no es mi intención entrar en detalles por el simple hecho de que es un tema muy extenso y que requiere precaución y conocimiento de la totalidad de los actores y pruebas empíricas para efectuar tales acusaciones.

A pesar de tener como trabajo principal la dirección de medios de una organización de carácter diplomático a nivel internacional, Institute for Cultural Diplomacy, no me atrevo, aunque, a tratar el tema en profundidad. No obstante, si que me gustaría advertir, tal y como reza, la genial película Sospechosos Habituales de Bryan Singer, "el mejor truco jamás inventado por el Diablo fue hacer creer al mundo que nunca había existido". Hay que tener los ojos bien abiertos.

Hoy quiero hablar de un aspecto más sencillo, inofensivo, y más "superficial". Y no es otro que el patrocinio principal de la camiseta del FC Barcelona. No tengo ninguna intención de poner en duda la labor realizada por profesionales que integran la directiva del club, especialmente en relación al departamento de marketing. Pero es obvio que algo no estamos haciendo bien en este aspecto. Y más aún si nos ponemos a comparar los patrocinios que disfrutan otros clubes en Europa.

Muchas serán las voces que prefieren una camiseta del Barça "limpia" de marcas. Ya sea por motivos de orgullo o de diseño, pero no podemos obviar que si queremos mantener el nivel óptimo de la plantilla y competir con los mejores equipos del continente hay que explotar esta posibilidad. Contar con un patrocinio para la camiseta es hoy en día un aspecto imprescindible para dar balance a las cuentas del club.

Pero entrando de nuevo en materia, quiero manifestar que no acabo de entender como es tan difícil para el FC Barcelona consiguió otras posibilidades de patrocinio cuando contamos con el mejor palmarés europeo de los últimos 10 años. Una plantilla compuesta por auténticas estrellas mundiales, sin contar con los recién llegados, como Piqué, Alba, Mascherano, Iniesta, Busquets, Arda, Rakitic, Neymar, Suárez, y sobre todo Messi. El argentino es ya por sí solo, un reclamo enorme tiempo de concretar posibles contratos comerciales.

Un equipo que ha conseguido lo que nadie ha hecho. Dos Tripletes, un Sextete, 4 Champions en 10 años, 7 Ligas, 4 Copas del Rey, etc. Y con el nivel de juego exhibido. Pero a pesar de esta impresionante carta de presentación, el club ha estado a punto de tener la camiseta del Barça limpia de cara a la próxima temporada después de la finalización del contrato con Qatar Sports Investment. Finalmente, ambas partes han decidido prorrogar el contrato una temporada más con las mismas condiciones que el contrato anterior. Un gesto ciertamente extraño por parte de los empresarios árabes, donde parece más una especie de favor que una relación comercial de futuro. Es evidente que sin la totalidad de los detalles es difícil entender las razones de esta nueva entendimiento.

Es difícil de entender cómo es posible que el FC Barcelona no haya sabido explotar las impresionantes credenciales del Barça. No me hago cruces cuando observo que otros equipos del continente cuentan con igual, o mejor, contratos de patrocinio. Equipos que llevan temporadas en blanco, consiguiendo méritos menores, e incluso, sin poder disputar competiciones europeas importantes.

Es indignante comprobar que Nike pague cerca de 35 millones de euros anuales para la camiseta azulgrana mientras que el Mancester United recibe 94 millones de euros anuales de Adidas. Y aún más grave es constatar que el club azulgrana recibe sólo 5 millones de euros más que clubes, como el Liverpool, que no hacen ruido en la primera línea deportiva. La camiseta del Barça es actualmente por debajo de equipos como el Madrid, Arsenal o Chelsea, que reciben cerca de 40 millones de euros anuales. Hay que recordar que el Chelsea, ni siquiera jugará en Europa la próxima temporada.

Hablando de patrocinios la situación es aún más deprimente. Chevrolet paga 70 millones anuales en el Manchester United, Yokohama 55 en el Chelsea y en tercer lugar encontramos al Barça con los 35 de Qatar. No sólo los dos primeros de la lista no merecen en ningún caso estar mejor pagados que el club azulgrana sino que casi al mismo nivel que el FC Barcelona encontramos patrocinios como Standard Chatered al Liverpool por sólo 3 millones de euros menos.

Algo no están haciendo bien cuando la camiseta del Barça tiene este valor. Y mucho menos si tenemos en cuenta los méritos deportivos e individuales de algunos jugadores. Mencionar sólo Messi debería abrir muchas puertas a la hora de ejecutar un plan de negocios serio. Estamos hablando del mejor jugador de la historia y aún es en activo. Y lo será al actual nivel al menos por 3-4 años más. Y algo se está haciendo aún peor cuando la directiva del FC Barcelona es la que tiene que ir a la desesperada en busca de patrocinios como si fueran Will Smith en la película En busca de la felicidad.

Somos el FC Barcelona. La directiva, y el departamento de marketing deberían estar saturados y ahogados de ofertas millonarias que buscan patrocinar al club. Lo que es un dolor de cabeza, debería ser un bienvenido problema. Pero la realidad dista mucho de lo que debería ser. Realista es también tener presente que hablar, o escribir, es muy fácil y que probablemente negociar en la vía real es más complicado de lo que parece. Pero no podemos obviar que la realidad a la hora de comprar, y sobre todo vender jugadores deja bastante que desear. Y probablemente, este hecho afecte también en el ámbito de los patrocinios.

Actualmente, por méritos y por iconos deportivas, la camiseta del Barça debería ser la más valiosa del panorama internacional. Y a pesar de esta situación, da la impresión de que tanto por parte del mismo club, como de se empresas interesadas en colaborar, no se dé el valor que se merece.


"Si no eres una marca, serás mercancía" (Philip Kotler)