viernes, 21 de octubre de 2016

LA SEGUNDA INFANCIA DE LAS MARIONETAS

Hoy ha sido un día para estar contentos. El Barça ha goleado al Manchester City en un gran partido donde, indiscutiblemente, la pieza que ha desestabilizado la balanza ha sido Leo Messi. Con todos mis respetos, Cristiano Ronaldo es un enorme jugador. Un crack irrepetible, pero los mismos aficionados del Madrid, y otros seguidores del jugador portugués, le hacen un nulo favor intentando comparándolo con el argentino. La comparación hace reír. No hay palabras para describir Messi.

Pero no quiero hablar de la jornada de Champions. Tampoco de manera estricta lo quiero hacer de fútbol y del Barça. Aunque si lo haré de uno de sus jugadores, y emblemas, como es Gerard Piqué en relación a su firme decisión de terminar su etapa en la selección española después de la Copa Mundial de Rusia 2018. Habría escrito este artículo antes. Pero el trabajo es el primero, y finalmente lo hago al comprobar que el asunto todavía trae cola. Tanto, que el pasado martes en la rueda de prensa previa al partido contra el City Piqué volvió a estallar haciendo una sonora crítica contra algunos medios de comunicación y sus integrantes.

Como ya traté en mi primer artículo en Weloba, el periodismo deportivo, y el periodismo en general, sufre una salud terrible en nuestro país. En el caso de las mangas de Piqué, cualquier persona que sea aficionada al fútbol sabrá que ha llevado siempre que ha podido, y desde hace años, camiseta de manga larga. Sea cual sea la estación del año y las condiciones meteorológicas del partido. Algunos hablan de comodidad y de otros de superstición. Pero es un hecho que no es nuevo en el mundo del fútbol profesional. Otros como Eidur Gudjohonsen o Sergio Ramos, son unos habituales de las mangas largas incluso con temperaturas cálidas.

En un fútbol en el que todo está profesionalizado hasta el extremo, la ropa por motivos de marketing no es una excepción, los jugadores cuentan con un vestuario totalmente personalizado. El propio Piqué, Ramos, Gudjonhsen, y otros, tienen siempre a su disposición, y casi sin alternativa al inventario, las mencionadas camisetas de manga larga. Otros. Arjen Robben o Fernando Llorente, siempre piden un tamaño especial de forma que la camiseta queda muy ajustada. Y otros como Iker Casillas, tienen a su disposición, y desde hace pocos años, camiseta para portero de manga corta. Casillas, ha tenido que recortar las mangas casi durante toda la carrera al no haber de manga corta. Hasta que Adidas decidió fabricarle de manera personalizada.

Pero en esta "orgía" de ignorancia, vulgaridad y falta de valores, fue carnaza suficiente para llenar páginas, minutos radiofónicos y televisivos, y dar lugar a la búsqueda de "Me gusta", "Compartir", y "Retweet" de la manera más fácil haciendo uso de la mentira, la manipulación y la especulación. Y esta es una de las bases del periodismo. Contrastar e investigar las informaciones para no desinformar.

Piqué estrenó el nuevo modelo de la camiseta blanca de la selección, y Adidas, como siempre, ya tenía las de manga larga preparadas para Piqué. Y el jugador catalán no se sentía cómodo, eran demasiado estrechas, y decidió cortar las mangas. Por mucho que se haya vendido que el jugador catalán podía haber cogido la de manga corta, la de Piqué no existe, o que se podía haber hecho al momento con la máquina, cualquier persona que haya jugado al fútbol sabe que en la opción más rápida se tiró de tijeras. Sin obviar lo más importante, la bandera española no existe en el modelo largo.

Pero la reflexión no debe ser si Piqué ha querido o no provocar, obviamente no. El tema principal es que el periodismo español ha quedado retratado una vez más. Y ya van unas cuantas. Actualmente, como ya e mencionado anteriormente, soy periodista y publicista trabajando en Berlín. Concretamente estoy de Jefe de medios en una institución no gubernamental. Y viviendo y trabajando en Alemania das cuenta de que no hay color y que en España estamos a años lejos de los cánones ideales del periodismo. Muchos de los "profesionales" de moda en los medios español, no darían la talla, no tendrían ni trabajo en este campo en muchos países europeos.

El caso de las mangas de Piqué ha sido un ejemplo. No sólo por la ligereza de algunos crear polémica en un hecho totalmente falso, sino en basarlo en el trasfondo político del futbolista al manifestar su deseo al derecho a decidir. El periodismo más torpe, de bar, de calle, vulgar, inculto, rancio y casposo ha hecho gala de su modus operandi. Un espectáculo totalmente esperpéntico. Personajes que disfrutan de barra libre por parte de las líneas editoriales para aumentar la audiencia. Factor indispensable en los aspectos de ingresos publicitarios.

Es insólito que algunos de estos "profesionales" se escandalicen por el desconocimiento de la lengua inglesa de jugadores como Nolito, cuando comparten paredes con otros compañeros que pese prestar sus servicios medios nacionales de repercusión internacional no puedan transmitir las declaraciones de Mustafi, hechas en inglés, tras la derrota por 7-0 contra el Barça. Sólo de pensar con la cantidad de jóvenes que dominan esta lengua, y probablemente alguna más, y que no han tenido que emigrar por motivos laborales das cuenta de que algo no funciona. Puedo entender que no hablen alemán, ruso, árabe, griego, etc. Pero cuando se trabaja en un medio nacional y que trata temas de carácter internacional, el inglés es un mínimo. Entonces, que este mismo medio no entienda que Nolito no hable inglés, parece irónico. Casi un insulto a la inteligencia de las personas.

La falta de sentido del humor también es una lacra. Un gran ejemplo es que no se entienda, y hasta es conteste con violencia verbal, el tweet de la cuenta oficial del Borussia Dortmund sobre la dificultad del Real Madrid con los equipos con camiseta amarilla. A pesar de que había un aire irónico y con base humorística, en Madrid no se recibió bien tildándola te de ofensivo. Es otro nivel educativo. El mismo nivel que ayer nos dejó, probablemente, el momento del año en Twitter cuando la cuenta en inglés del Borussia Mönchengladbach respondió aún con más sentido del humor una situación de típico humor escocés. Otro nivel, en el que la respuesta depende mucho de la educación. #AGermanTeam ...

Pero debemos ser autocríticos. Este triunfo de la mediocridad no es mérito de estas personas. Los mayores y principales responsables somos los ciudadanos que hemos tolerado el modelo de sociedad con el que hemos crecido, y para consumir este tipo de contenidos, interactuar, y seguir el juego. Lo mejor que se puede hacer para cambiar esta dinámica no es criticarlo o entrar en juego. Es simplemente ignorarlo.

España es casi un país de 50 millones de personas, y si hemos permitido el triunfo, y la permanencia, en la esfera del poder de los políticos es culpa nuestra. Si tenemos los medios de comunicación que tenemos es porque nos gusta y así lo demostramos consumiéndolos y "dando bola" a sus actores. Piqué señaló medios deportivos como As, Marca, ciertos usuarios de las redes sociales, y marionetas varias.

Sinceramente, no me limitaría sólo a los protagonistas de un solo bando, en Barcelona también encontramos esta mediocridad. Todos juegan su papel como bien mencionó William Shakespeare al afirmar que "el mundo es un escenario y nosotros simples actores". Y si nos limitamos a ser simples actores, acabaremos precipitando nuestra segunda infancia siendo marionetas manipuladas por los principales líderes de opinión que cuentan con altavoz. No es culpa exclusiva de ellos. Y es que como decía la gran campaña de conciencia nutricional del FC Barcelona, ​​"somos lo que comemos".


"La última escena de todas, que termina esta extraña y nutrida historia, es la segunda infancia, el mero olvido. Sin dientes, sin ojos, sin palabras, sin nada. "(William Shakespeare)

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