Imaginemos que nos roban el Ferrari y la Policía nos recrimina que no se
puede dejar un coche tan bonito aparcado en la calle. O peor aún, imaginemos
que un violador sea declarado inocente de su acto alegando que la víctima iba
vestida de manera provocativa.
Estas situaciones, inaceptables, son excusas que se han dado más de una vez
por ciertos "iluminados" al intentar justificar lo injustificable. Y
eso es lo que ha pasado en el fútbol español durante esta semana con el
Presidente de La Liga y el Comité de Competición como protagonistas con
inadmisibles declaraciones, en el primer caso, y con una insólita y
sorprendente resolución a los incidentes de Mestalla en el segundo.
Como comenté en mi artículo de ayer, estamos viviendo unos tiempos de
auténtico esperpento. Las acciones tomadas por ciertas personas con cargos de
responsabilidad, prensa, y otras instituciones dejan mucho que desear y
demuestran que no merecen ocupar estas posiciones. Y lo peor de todo, lo que
ayuda a entender por qué se han llegado a ciertas situaciones que nos irritan
en la actualidad, no acaban de entender el PORQUE de la indignación de la
directiva del Barça y de sus aficionados, representados algunos, por Seguiment
FCB.
El aficionado barcelonista no entiende y se indigna con un estamento que en
teoría debe ser objetivo, serio y profesional, redacte una resolución propia de
una competición de aficionados y carente de los valores mencionados al
principio de la frase. El aficionado barcelonista no entiende y se indigna con
un comunicado que dedica más líneas a denunciar la actitud de la víctima que no
a condenar la acción del agresor con la intención de invertir los papeles.
El aficionado barcelonista no entiende y se indigna con la acusación a los
jugadores de fingir y exagerar la agresión sufrida en Mestalla a pesar de
contar con las imágenes. Contradiciendo a sí mismo, lo dice el Reglamento, ya
que es sabido que es sancionable el "dar o intentar dar".
En el contexto de un tema tan delicado y sensible ocurrido en una
competición tan importante como La Liga, su presidente, Javier Tebas exhibe en
una falta de seriedad, imparcialidad, objetividad y, sobre todo,
profesionalidad con unas vergonzosas e inadecuadas declaraciones mofándose de
los jugadores del Barça y poniendo en duda su honestidad. En la misma línea, el
Comité de Competición se dedica a minimizar la agresión sufrida por la grada,
el ambiente hostil vivido en Mestalla, la impunidad del árbitro ante el juego
violento y, sobre todo, a señalar a los jugadores como los culpables de lo
ocurrido.
Todo ello, en una preocupante demostración de irresponsabilidad ante el
cargo que ostenta. Y es que como le dice Ben a su sobrino Peter Parker,
personajes de Spiderman, "un
gran poder conlleva una gran responsabilidad". Una de las funciones del
presidente de La Liga es también la de educar y transmitir valores a través del
deporte. Y se ha convertido en todo lo contrario. Javier Tebas, con sus
declaraciones, no ha hecho más que incitar aún más a la violencia.
Y lo que es peor, hemos llegado a una situación tan lamentable, tan pésima,
tan horrible, que se ha llegado al punto, como se ha podido leer en Twitter, de
"justificar un botellazo por la forma de celebrar un gol "de la misma
manera que se" justifica una violación porque la chica llevaba minifalda y
escote ". Tal como se dice popularmente, "una mentira repetida 100
veces, acaba convirtiéndose en realidad".
La afición barcelonista está cansada de que la protesta pacífica por la
muestra de estrelladas sea motivo de castigo mayor que la agresión a
futbolistas. Que el lanzamiento de objetos. Que los cánticos ofensivos,
xenófobos, racistas y homófobos. Que la exhibición de símbolos prohibidos y
anticonstitucionales. La afición barcelonista está cansada de que, como se dice
vulgarmente, "se le orinen en la cara y se les diga que llueve".
Como se dice popularmente, todo suma. Y en términos de paciencia, todo lo
que suma acaba de agotar el límite de dicha virtud. La paciencia, aunque cueste
de creer es una virtud propia de los seres inteligentes y racionales. Y esta
paciencia, se ha acabado por completo en el seno de la directiva del FC
Barcelona y de sus aficionados.
Por eso mismo, el FC Barcelona, a través de su presidente, y los
aficionados del club, promovidos por la plataforma Seguiment FCB, creen que si
nosotros mismos no defendemos a nuestro club nadie lo hará. Y por eso mismo, el
aficionado, socio y abonado el Barça tiene la oportunidad de hacerlo en el
minuto 12 del partido del próximo sábado ante el Granada con una gran pañolada
y cantante educadamente contra estos estamentos y la persona de Javier Tebas .
En este momento, más que nunca, "tot
el Camp ha de ser un clam".
El coliseo barcelonista, y sus aficionados, deben ser un ejemplo, como
viene siendo habitual, de cómo hacer una reivindicación de manera ordenada,
educada y sobre todo pacífica. Dejando claro que los estamentos del fútbol
español están representados por personajes que no se merecen este honor.
Después de Osasuna, el Barcelona debe ser el siguiente en mostrar rechazo a las
declaraciones mostradas por Javier Tebas y la resolución del Comité de
Competición.
El número 12 propuesto por Seguiment FCB representa este jugador por el que
los jugadores se dejan la piel en cada partido. El número 12 representa esos
jugadores gracias los cuales pueden vivir acomodadamente los que precisamente
critican las acciones de los otros 11. El estado de ánimo del jugador número 12
puede ser clave para las victorias de su equipo. El jugador número 12 del Camp
Nou debe ser el sábado un ejemplo reivindicativo por la dignidad y el respeto a
los jugadores y toda la institución del FC Barcelona. El jugador número 12 debe
certificar que, tal y como reza la famosa frase de John "Jock" Stein,
"el fútbol sin aficionados no es nada".
"La incompetencia es tanto más perjudicial cuanto mayor sea el
poder del incompetente." (Francisco de Ayala)