domingo, 5 de marzo de 2017

UNO DI NOI

Hoy cerramos una semana agridulce. Pese recuperar el liderato en la Liga, con dos grandes actuaciones del Barça contra el Sporting de Gijón, miércoles, y el Celta, ayer, y ver como el Real Madrid se encuentra remando en una extraña atmósfera de dudas y favores arbitrales, Luis Enrique comunicar de manera oficial que no seguirá al frente del primer equipo la próxima temporada.

No obstante, este hecho no es el más preocupante. Ya se venía venir que no renovaría alegando, tal y como hizo Guardiola, una necesidad de descanso. Lo que duele es la sensación de indiferencia, e incluso alegría de ciertos sectores barcelonistas. Pero bueno, a estos no vale la pena dedicar muchas líneas.

Pero antes de hablar del tema, quiero hablar de fútbol. Me alegra ver que el Barça se va recuperando poco a poco de lo inexplicable desastre de París y que empieza a creer que hay opciones reales de ganar La Liga. El partido contra el Leganés demostró que el equipo estaba tocado, pero se ganó, y el partido contra el Atlético de Madrid se planteó como el último tren. Las celebraciones de los goles en el Calderón son una prueba. El buen juego que estamos disfrutando ahora son fruto de la recuperada moral barcelonista.

En cuanto al Madrid, como siempre. El juego no convence, aunque tienen un espíritu de lucha muy envidiable, y si no fuera por los puntos estúpidamente perdidos por el Barça y los regalos escandalosos del estamento arbitral, quizás la diferencia sería mayor. Sí, el Barça es líder, aunque el partido menos del Madrid ante el Celta en Balaídos, pero depende otra vez de sí mismo. Lo que siempre es importante.

Pero la noticia de la semana ha sido la confirmación de un hecho que ya se intuía. Creo que es bastante claro que no hay ningún barcelonista, ni aficionado al fútbol, ​​que dudara que esta sería la última temporada del técnico asturiano en el banquillo del Barça. El hecho de no haber renovado antes, haber esquivado el tema, y ​​driblado las preguntas de los periodistas con enfrentamientos incluidos, sólo daba lugar a esperar el momento adecuado para hacer oficial esta decisión.

Hay mucha gente que piensa que no fue el mejor momento. Que ha sido muy oportunista hacerlo después de una victoria amplia en el Camp Nou y una semana antes de la quimera de la remontada contra el PSG. Sinceramente, no estoy nada de acuerdo. Por mucho que parece una locura, un 4-0 en París saca toda la presión al Barça y sólo cabe esperar un gran partido y sobre la marcha decidir que es posible y que no. La presión, es el peor enemigo que puede tener la plantilla de aquí a que termine la temporada. Hay que trabajar, simplemente.

Lo peor de todo, y recordando las enseñanzas de mi abuelo, ha sido constatar el hecho de que "el Barça es el peor enemigo del" Barça ". No acabo de entender cómo es posible que un entrenador que lo ha dado todo por nuestro club, que consiguió el Triplete en su temporada cambiando una dinámica dramática, y ha conseguido 8 títulos de 10 posibles en 2 años (a la espera los títulos de esta temporada), puede haber generado la gran cantidad de alegría y satisfacción en determinados sectores barcelonistas. No lo entiendo. No se puede ser más desagradecido.

Te puede gustar más o menos su estilo. Te puede gustar más o menos su actitud. Te puede gustar más o menos su carisma. Pero lo que es evidente es que una vez es entrenador del Barça, lo es para todos los barcelonistas y debemos estar preparados para ir todos a una. Somos, y debemos ser un equipo.

No quiero impregnar mi artículo con más negatividad. Además, vivimos en un mundo donde hay, y debe haber, libertad de expresión. Pero también es libertad de expresión criticar, siempre con respeto y rigor, cuando algo no nos gusta. Y así lo hago saber.

Quiero terminar mi escrito agradeciendo la tarea diaria, y los méritos, logrados hasta ahora por Luis Enrique. Un entrenador que rescató al Barça de la miseria más absoluta después de una temporada, que prometía ser muy emocionante, y se saldó con una triste Super Copa de España. Una temporada, donde la Navidad ya nos vemos con las manos vacías, y la acabamos con el segundo Triplete de la historia del club en un 2015 con 5 títulos de 6 posibles. Después vino un Doblete. Y este año, si las cosas van mínimamente bien, podemos levantar un tercer Doblete consecutivo. Una efeméride que no sé si se ha producido nunca.

Así pues, ¡muchas gracias Lucho! Que disfrutes de tu año sabático, y que tengas mucha suerte en el futuro. Mientras tanto, acabemos el trabajo haciendo historia. Para muchos culés eres, y siempre serás, uno di noi. Gracias y mucha suerte.


"Cuando bebas agua, recuerda la fuente". (Proverbio chino)

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