miércoles, 16 de marzo de 2016

EL ALGODÓN NO ENGAÑA

Ser feliz es muy importante en esta vida. Para muchos este sentimiento, o estado de ánimo, es un objetivo. Pero para otros es un trayecto, o una etapa más prolongada, que enmarca la totalidad de la vida de un individuo. Sea como sea, es un término que tiene una definición universal y es buscada por todos.

Este concepto es la clave para entender el éxito y el momento actual del Barça. Es evidente que tenemos, probablemente, la mejor plantilla del mundo y sobre todo, lo que es más importante y lo que no acaban de entender en la capital, la más equilibrada. Que tenemos el mejor jugador de la historia del fútbol mundial, Leo Messi. También es obvio la buena mano de los técnicos, encabezados por Luis Enrique Martínez. Pero como hemos visto en varias ocasiones, esto no es suficiente. Hay algo más.

Si hay algo que es vital para entender todo lo que estamos viviendo, es la felicidad y la buena relación entre todos los integrantes de la plantilla del FC Barcelona. Parece algo estúpida, incluso ha sido duramente criticada, pero sólo tenemos que hacer un vistazo a las redes sociales de los jugadores. Ríen, sonríen, se hacen bromas, se vuelven las bromas, hacen apuestas, comparten momentos con los aficionados a través de las "nuevas" tecnologías.

Y a los entrenamientos, o al menos los pocos minutos que dejan presenciar de cara a los medios, la tónica es la misma. Se trabaja, por supuesto, pero el ambiente es inmejorable. Incluso, nos regalan imágenes como las de ayer, haciendo partícipes a tres niños con autógrafos, fotografías, y los famosos rondos. Sin importar que sea de cara a un partido importantísimo de Liga de Campeones. El Barça es un dulce nube de algodón. SE LO PASAN BIEN.

Todo lo contrario de lo que pasa en Madrid. No se desprende este ambiente. Todo son individualidades. Cada uno se muestra a sí mismo, o bien rodeado de un reducido grupo de confianza. Los llamados clanes. Y a los entrenamientos, más de lo mismo. Todo se seriedad pesar de que los medios de Madrid nos muestran, una vez tras otra, las mismas imágenes intentando vender una falsa felicidad desde la llegada de Zinedine Zidane. El llamado #EfectoZidane o #FeliZidane.

Para muchos será un argumento ridículo. De bajo nivel periodístico. Pero nada más lejos de la realidad. Como decía el maestro, "entrena como se juega y se juega como se entrena", y esto es patente a la realidad de ambos equipos. El Barça se divierte jugando, alcanza un nivel solemne y todos son partícipes. En el Madrid todo el mundo va a la suya y la tristeza que les rodea queda reflejada en el terreno de juego. Y para más inri, no hay ningún líder, o al menos, algo muy importante, nadie que sepa serlo. Como decía Joe Namath, "para convertirse en un líder debes querer que la gente te siga, nadie quiere seguir a alguien que no sabe dónde va". Y en Madrid nadie sabe dónde se va.

Todo lo contrario que en Can Barça. Quieren jugar y sobre todo, quieren pasárselo bien. Dentro y fuera del campo. Ya que si son felices en su vida, lo serán en el césped. Muchos serán los que intentaron censurar su felicidad, repescando incluso todos episodios pasados ​​como la "sangre" de Getafe. Reírse es lo que debería hacer mucha más gente, y sobre todo cuando se intenta engañar con la gente diciendo que hubo que productos especiales para limpiar la pintura roja de los vestuarios del Coliseum Alfonso Pérez.

Los que hemos hecho el "indio" para Carnaval o Todos los Santos, sabemos que es un producto que se puede limpiar con papel fácilmente, no se necesita ni agua, e incluso se puede ingerir sin ningún problema al ser indicado para el uso infantil. Como dice el anuncio, "el algodón no engaña", y el hecho de que el Barça sea un dulce nube de algodón hace que las cosas vayan como vayan.


"Todos queremos ganar. Pero sólo los mediocres no aspiran a la belleza. Es como pretender elegir entre un idiota bueno y un sabio malo ". (Jorge Valdano)

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