sábado, 20 de mayo de 2017

25 AÑOS DISFRUTANDO

Si he de ser sincero, yo no recuerdo mucho ese día. Mis padres siempre me han contado que yo estaba el comedor de casa mirando el partido ajeno a lo que pasaba y el que de verdad sufrió fue mi padre. Angustia que se terminó aproximadamente a las 22:40 de la noche cuando Ronald Koeman marcó lo que es, probablemente, el gol más importante de la historia del Barça.

Sin embargo, recuerdo celebrarlo en la Peña Barcelonista de Vilanova y el día después en la Escuela Pia de Vilanova donde cursaba Segundo de Primaria. Tenía 7 años. Desgraciadamente, si que tengo más recuerdos de la fatídica final de Atenas contra el Milan. Estaba en casa de mis abuelos, y fue una noche muy triste. Fuimos a dormir sin intercambiar casi una sola palabra.

El gol de Koeman acabó con una depresión que había comenzado 6 años atrás en otra final en Sevilla. El Estadio Ramón Sánchez Pizjuán fue testigo de una de las noches más amargas, sino la que más, de la historia del FC Barcelona. El equipo azulgrana, que venía de la famosa remontada ante el Goteborg con un Hat Trick de Pichi Alonso, no fue capaz de doblegar al Steaua de Bucarest. Un ejemplo de que nunca se debe cantar victoria antes de tiempo.

Aquel gol en el antiguo Wembley, lo que siempre me lo corroboran mi padre y mi abuelo, fue el cambio de una mentalidad derrotista y victimista por una más de optimista y ganadora en el entorno azulgrana. Pero los acontecimientos que han sucedido en estos 25 años han demostrado que algo más cambió aquel 20 de mayo de 1992. Se había instaurado un nuevo modelo futbolístico en el FC Barcelona que, además de éxitos y un fútbol de ensueño, había despertado la admiración del mundo entero.

Hace pocos días Televisión de Cataluña emitió un reportaje que escogió un título que consigue definir a la perfección lo que significó aquella efeméride. "Wembley: El inicio de todo" pero no contó, en mi humilde opinión, con el mejor hilo conductor para rememorar aquel 20 de mayo de 1992 a pesar de identificar, opinión que si es unánime, a Johan Cruyff como artífice de aquel éxito y cambio radical en la identidad del FC Barcelona.

Mucho mejor fue el reportaje del programa Informe Robinson que se emitió por la cadena Movistar+. "Wembley 1992" supo transmitir al espectador la temporada de la primera Copa de Europa del FC Barcelona con mucha más precisión. Sobretodo porque se aleja del carácter de homenaje a Johan Cruyff del reportaje de la televisión catalana y se adentra en un ambiente mucho más futbolístico.

Y eso fue Wembley'92. Un cambio de paradigma futbolístico de un equipo que iba perdido, sin estilo, concepto, ni identidad. El triunfo en el mítico estadio inglés llevó a lo que los aficionados al Barça hemos estado disfrutando 25 años después. El fútbol más estético que se ha visto nunca y títulos. Muchos títulos con la segunda Champions en París en 2006, la tercera en Roma (con Triplete y Sextete incluido), la cuarta en el nuevo Wembley en 2011 (donde se ha visto la mejor actuación futbolística de un equipo en una final), y la quinta en Berlín 2015 (con Triplete y con 5 títulos en ese año).

Los barcelonistas nos debemos sentir muy afortunados de lo que hemos vivido. Una trayectoria envidiable que cambió, tal y como diría el maestro Cruyff, "en un momento dado" de aquel 20 de mayo de 1992. Un recorrido que, pase lo que pase mañana en la última jornada de Liga, nos debe enseñar que el derrotismo y el pesimismo no se han de apoderarse del sentir azulgrana.

La Liga está muy difícil. Dicho de una manera más concisa deberíamos admitir que es casi imposible. Pero el fútbol nos ha enseñado que nada es imposible y que hay que trabajar hasta el final. Una temporada que se puede acabar con un título de Copa del Rey la próxima semana contra el Alavés.

El culé debe ser optimista y realista. La próxima temporada tendremos nuevo entrenador, un nuevo proyecto. Un nuevo curso donde el barcelonista debe apoyar al nuevo líder del banquillo con la convicción de que el Barça tiene una plantilla, a mejorar con 4 fichajes de jugadores maduros (26-29 años), que es capaz de seguir haciendo disfrutar cada semana al socio. Una temporada que seguro acabará con nuevos éxitos deportivos.

Mientras tanto, celebremos y seamos agradecidos con la herencia de Johan Cruyff y su Dream Team. Unos frutos que se han traducido con este fantástico Barça de Messi que seguro luchará esta Liga hasta el final a la espera de lo que ocurra en Málaga. Como dijo Johan, el devenir del futuro sólo pasa por asegurarnos de que los jugadores salgan y disfruten. Es la única garantía de seguir pasándolo bien 25 años más.


"Si el equipo contrario tiene un jugador inteligente que se desmarca muy bien, siempre optamos por la solución más sencilla: Que no lo marque nadie. No se desmarcará". (Johan Cruyff)

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