jueves, 2 de febrero de 2017

EL CAÑÓN

Ya hace tres años que vivo en Berlín. Y una de las cosas que siempre recordaré será la suerte de haber visto al Barça ganar "in situ" la Champions League en el Estadio Olímpico de Berlín. Cuando a finales de enero el equipo de Luis Enrique se encontraba en una situación complicada, rodeado de dudas, y viajaba en el Vicente Calderón para jugar los cuartos de final de la Copa del Rey. Aquella eliminatoria, en mi opinión, fue clave para el devenir de la temporada azulgrana.

La derrota de Anoeta hizo estallar una grave crisis en Can Barça. No sólo a nivel deportivo, sino también en el ámbito institucional con el enfrentamiento entre Luis Enrique y Leo Messi como máximo exponente. Todo indicaba que la temporada estaba destinada al fracaso. Pero luego pasó lo que todo el mundo recuerda. Se limar asperezas y el Barça inició una remontada hacia el Triplete.

No quiero hablar de ninguna triple corona ahora mismo. Sino del empuje que supuso eliminar al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón en el partido de vuelta. Esa misma noche, compré el vuelo para venir a Barcelona para presenciar el clásico. Mi padre, preguntando por mi decisión momentánea, recibió la siguiente respuesta, "porque yo tenía claro que si pasábamos de ronda, contra un rival como el Atlético de Madrid, se presentaría una temporada totalmente diferente a la que estábamos presenciando. Esto es otra cosa y promete ser muy emocionante. Haremos una buena temporada ".

Y así fue. Remontamos en la Liga y fuimos campeones. Se ganó la Copa del Rey en una gran final en el Camp Nou. Y se rubricó el Triplete en una gran final en el Berliner Olympiastadion. Estaba claro que aquel hito supuso un punto de inflexión en la temporada azulgrana. El empuje que el Barça necesitaba. El cañón que convirtió al equipo azulgrana en una bala mortal.

Tengo muchas esperanzas metidas en esta eliminatoria. Si el Barça se clasifica para la Final de la Copa, el próximo 7 de febrero, puede tener un efecto similar al de la temporada 2014/2015. No estoy hablando de Tripletes, ni siquiera de Dobletes. La temporada es muy larga y los rivales son muy fuertes. Pero a este equipo le falta una inyección de moral importante para consolidar la dinámica ascendente.

Hoy hemos visto un Barça de dos caras. Una gran primera parte donde el equipo azulgrana no sólo ha dominado claramente, sino que también ha hecho una exhibición enorme de fútbol. Aparte de lo sublime gol de Luis Suárez, al más puro estilo Ronaldo Nazario, tubería brutal de Leo Messi, hemos visto unos grandes 45 minutos a nivel colectivo. Probablemente el mejor partido de André Gomes, un sólido, y clave en el segundo gol, Jasper Cillessen, un dominante Mascherano en la medular, y una defensa llena de confianza.

Pero también ha habido la cara negativa. El Atlético de Madrid ha sido muy superior a la segunda parte. Ha dominado el balón, lo que este año parece más fácil para el rivales del Barça, y no hubiera pasado nada si el partido hubiera terminado en empate. Sin embargo, no podemos obviar que el gol del Atlético viene precedida de una clara falta de Godín sobre Luis Suárez, una jugada más donde se perjudican los intereses azulgrana, y que Koke ha efectuado una entrada criminal sobre Neymar donde sólo se señaló falta y donde era expulsión clara. Pero bueno, somos los culés que nos quejamos demasiado ...

Nada está hecho. El partido de la próxima semana será una batalla futbolística, siempre y cuando el árbitro no permita algo más, que debe suponer el cañón que dispare el Barça para encarar la recta final de la temporada con la moral al máximo. Si pasamos a la Final, puede pasar como el 2015, puede haber una segunda mitad de la temporada muy emocionante.

El Barça debe salido empujado por la afición. Encabezados por la grande, y positivamente valorada por el socio, Grada de Animación. Un colectivo que merece un empujón de ánimo en un momento donde en ciertos medios de comunicación parece no terminar de convencer. De esto hablaré de nuevo antes de terminar la semana. Ahora mismo sólo quiero pedir una cosa, dejamos de tirarnos piedras a nuestro tejado y animamos todos a una. Como ya he terminado más de una vez en esta temporada, "tots units fem força".


"No importa cómo poco a poco vas, si nunca te paras". (Confucio)

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