viernes, 19 de agosto de 2016

VERDADES COMO TEMPLOS

Ya era hora. Parecía un tema de debate propio de una minoría propia de círculos impregnados de locura. Un tópico lleno de tabúes y que desgraciadamente para los aficionados al fútbol es una triste realidad. Pero es también una mala noticia, en este caso hacia los "sagrados" estamentos, que alguien cargado de repercusión mediática, como es Luis Enrique, haga referencia. Es evidente que se necesitan cambios. Muchos y profundos.

Pero antes de analizar las palabras del técnico, hay que alegrarse no sólo por un nuevo título, aunque sea la Supercopa de España, sino también por la forma que se consiguió. Sin encajar un gol en los 180 minutos. Por sorprendente despliegue de un "todocampista" como es Messi. Por la resurrección de Arda Turan. Por la gran adaptación y actuación de los nuevos (Digne, Umtiti, Gomes y Denis Suárez), dejando en evidencia que era necesaria la profundidad de plantilla. Y por el gran nivel de juego exhibido por el conjunto azulgrana. Debemos ser conscientes de que presenciamos fútbol de muchos quilates.

Y es ciertamente en el momento de la victoria cuando se necesitan hacer las críticas. No en la derrota. Se pueden hacer evidentemente, pero es más fácil caer en acusaciones sobre victimismos, oportunismos, etc. Podemos discutir, estar de acuerdo o no, con Luis Enrique de que si se debe hacer "una Supercopa cuando ya hay un ganador de Liga y de Copa". Yo soy de la opinión de que se debe jugar. Pero lo que hay cambiar, es el concepto de la competición.

Como ya mencioné en mi anterior artículo, y también denunció Luis Enrique, no es justo que se desprestigie la victoria del Barça diciendo que el Sevilla ha gozado de poco descanso cuando "el año pasado aún fue peor. Fuimos a San Mamés dos días después de jugar la Supercopa de Europa". Y no acaba aquí, no veo el motivo de que el FC Barcelona ha de empezar la Liga justamente mañana en vez del domingo. El descanso, sobre todo a principios de temporada, es muy importante.

Luis Enrique hizo una dura crítica contra las autoridades del fútbol en España. Para algunos, pese a la justicia de las mismas, fueron unas duras palabras. Pero teniendo en cuenta la poca voluntad de mejora y evolución de los estamentos, las declaraciones del técnico asturiano me parecen incluso demasiado cortas. Desde mi posición quiero felicitar la iniciativa de Luis Enrique y al mismo tiempo criticar que podría haber dicho más.


Vivimos en un mundo extremadamente conservador. Donde el poder siempre ha estado bajo las mismas manos, y donde en vez de trabajar para mejorar el resultado de su trabajo destinan casi la totalidad de sus energías en conservar estas posiciones. No hay que distraerse. Todos sabemos que si nos levantamos de la silla, la podemos perder. Y nunca perder una silla puede significar tanto poder. Tanto dinero...

Unos estamentos con ganas de mejorar, evolucionar, y sentirse satisfechos con su trabajo son los que algún día querrán convertir la Supercopa en una competición atractiva. Una final a partido único, con sede neutral decidida con notable anterioridad, y teniendo lugar el fin de semana anterior al inicio de Liga. Convirtiéndola en una auténtica fiesta del fútbol y donde poco a poco se pueden introducir nuevos elementos como entregas de galardones, debates futbolísticos entre representantes de todos los equipos, el sorteo de la Copa del Rey, etc.

Estos elementos, sencillos de introducir, no sólo harían la competición más atractiva para los espectadores de televisión, sino que también, además del factor proximidad, para los aficionados que se quieran desplazar y para los habitantes de la ciudad que acoge el evento. Un ejemplo a seguir es el Champions Festival que se organiza el día de la Final de la Liga de Campeones. Cambios que agradecerán no sólo los aficionados, sino también jugadores, entrenadores, y clubes a la hora de hacer un calendario de pretemporada más ligero.

Algo muy parecido debería pasar con la Final de la Copa del Rey. ¿Hasta cuándo tenemos que aguantar el pesado debate de saber dónde se jugará el partido si los finalistas son FC Barcelona y / o Real Madrid? ¿No sería mejor determinar la sede a principio de temporada? ¿No sería más emocionante saber que la final puede ser a tu estadio (factor que conlleva presión) o en el de tu rival histórico? ¿Tanto cuesta hacer horarios más cómodos para evitar estadios vacíos?

O como “trabajan” para otorgar a la Copa de mayor valor y prestigio, ¿cómo puede tener más premio fue tercero o cuarto en la Liga que ser campeón o subcampeón de la Copa? ¿No daría más emoción que el campeón de la Copa tuviera plaza directa en la Liga de Campeones y previa para el subcampeón?

Y en la Liga más de lo mismo. ¿No podemos hacer como los ingleses o alemanes y determinar el calendario a principio de temporada? ¿No podemos facilitar a los aficionados sus planes de viaje, permisos laborales, etc.? Simplemente, ¿tanto cuesta hacer las cosas bien y con sentido común?
Estos sólo son algunos de los "pequeños" aspectos que merecen ser revisados. Pero son muy importantes. Cambios estructurales de un sistema que no es que corra el peligro de quedarse obsoleto, ya lo es. Y desde hace años ...

Además, tenemos toda la jerarquía de patrocinios y diseño del llamado atrezzo de la competición que necesita una urgente revisión. Puntos que no sólo mejoran la capacidad de recaudación de las competiciones, sino que la "descargan" de los aficionados. Sin olvidar, obviamente, de la modernización del aspecto visual.

Para las personas que amamos este deporte, y nos gustan también aspectos de carácter visual, significa una impotencia inmensa saber que hay mucho trabajo por hacer, y poca, o nada, voluntad y capacidad para sacarla adelante. Nos estamos quedando anclados en el pasado, entorpeciendo los mecanismos del fútbol tal como afirmó Luis Enrique manifestando que "si los estamentos no quieren evolucionar, es una gran cagada".


"No puedo volver al ayer, porqué ya soy una persona diferente" (Lewis Carroll)

No hay comentarios:

Publicar un comentario