Ya era hora. Parecía un tema de debate propio de una minoría propia de
círculos impregnados de locura. Un
tópico lleno de tabúes y que desgraciadamente para los aficionados al fútbol es
una triste realidad. Pero es también una mala noticia, en este caso hacia
los "sagrados" estamentos, que alguien cargado de repercusión
mediática, como es Luis Enrique, haga referencia. Es
evidente que se necesitan cambios. Muchos y profundos.
Pero antes de analizar las palabras del técnico, hay que alegrarse no sólo por un nuevo título, aunque sea la
Supercopa de España, sino también por la
forma que se consiguió. Sin encajar un gol en los 180 minutos. Por sorprendente
despliegue de un "todocampista" como es Messi. Por la resurrección de
Arda Turan. Por la gran adaptación y actuación de los nuevos (Digne, Umtiti,
Gomes y Denis Suárez), dejando en evidencia que era necesaria la profundidad de
plantilla. Y por el gran nivel de juego exhibido por el conjunto azulgrana.
Debemos ser conscientes de que presenciamos fútbol de muchos quilates.
Y es ciertamente en el
momento de la victoria cuando se necesitan hacer las críticas. No en la derrota. Se pueden hacer evidentemente,
pero es más fácil caer en acusaciones sobre victimismos, oportunismos, etc.
Podemos discutir, estar de acuerdo o no, con Luis Enrique de que si se debe
hacer "una Supercopa cuando ya hay un ganador de Liga y de Copa". Yo
soy de la opinión de que se debe jugar. Pero
lo que hay cambiar, es el concepto de la competición.
Como ya mencioné en mi anterior artículo, y también denunció Luis Enrique, no es
justo que se desprestigie la victoria del Barça diciendo que el Sevilla ha
gozado de poco descanso cuando "el
año pasado aún fue peor. Fuimos a San Mamés dos días después de jugar la
Supercopa de Europa". Y no acaba aquí, no veo el motivo de que el FC
Barcelona ha de empezar la Liga justamente mañana en vez del domingo. El descanso, sobre todo a principios de
temporada, es muy importante.
Luis Enrique hizo una dura
crítica contra las autoridades del fútbol en España. Para algunos, pese a la justicia de las mismas,
fueron unas duras palabras. Pero teniendo en cuenta la poca voluntad de mejora
y evolución de los estamentos, las declaraciones del técnico asturiano me
parecen incluso demasiado cortas. Desde mi posición quiero felicitar la
iniciativa de Luis Enrique y al mismo tiempo criticar que podría haber dicho
más.
Vivimos en un mundo
extremadamente conservador. Donde el poder siempre ha estado bajo las mismas manos, y donde en vez de trabajar para mejorar el
resultado de su trabajo destinan casi la totalidad de sus energías en conservar
estas posiciones. No hay que distraerse. Todos sabemos que si nos levantamos
de la silla, la podemos perder. Y nunca perder una silla puede significar tanto
poder. Tanto dinero...
Unos estamentos con ganas de
mejorar, evolucionar, y sentirse satisfechos con su trabajo son los que algún día querrán convertir la Supercopa en una competición
atractiva. Una final a partido único, con sede neutral decidida con notable
anterioridad, y teniendo lugar el fin de semana anterior al inicio de Liga. Convirtiéndola en una auténtica fiesta del
fútbol y donde poco a poco se pueden introducir nuevos elementos como
entregas de galardones, debates futbolísticos entre representantes de todos los
equipos, el sorteo de la Copa del Rey, etc.
Estos elementos, sencillos de
introducir, no sólo harían la
competición más atractiva para los espectadores de televisión, sino que
también, además del factor proximidad, para
los aficionados que se quieran desplazar y para los habitantes de la ciudad que
acoge el evento. Un ejemplo a seguir es el Champions Festival que se organiza el día de la Final de la Liga de
Campeones. Cambios que agradecerán no
sólo los aficionados, sino también jugadores, entrenadores, y clubes a la hora de hacer un calendario de
pretemporada más ligero.
Algo muy parecido debería
pasar con la Final de la Copa del Rey. ¿Hasta cuándo
tenemos que aguantar el pesado debate de saber dónde se jugará el partido si
los finalistas son FC Barcelona y / o Real Madrid? ¿No sería mejor determinar la sede a principio de
temporada? ¿No sería más emocionante saber que la final puede ser a tu estadio
(factor que conlleva presión) o en el de tu rival histórico? ¿Tanto cuesta
hacer horarios más cómodos para evitar estadios vacíos?
O como “trabajan” para otorgar a la Copa de mayor valor y prestigio, ¿cómo puede tener más premio fue tercero o cuarto
en la Liga que ser campeón o subcampeón de la Copa? ¿No daría más emoción que
el campeón de la Copa tuviera plaza directa en la Liga de Campeones y previa
para el subcampeón?
Y en la Liga más de lo mismo. ¿No podemos hacer como los ingleses o
alemanes y determinar el calendario a principio de temporada? ¿No podemos
facilitar a los aficionados sus planes de viaje, permisos laborales, etc.?
Simplemente, ¿tanto cuesta hacer
las cosas bien y con sentido común?
Estos sólo son algunos de los "pequeños" aspectos que merecen ser
revisados. Pero son muy importantes. Cambios
estructurales de un sistema que no es que corra el peligro de quedarse
obsoleto, ya lo es. Y desde hace años ...
Además, tenemos toda la jerarquía de
patrocinios y diseño del llamado atrezzo
de la competición que necesita una urgente revisión. Puntos que no sólo mejoran la capacidad de recaudación
de las competiciones, sino que la "descargan" de los aficionados.
Sin olvidar, obviamente, de la modernización del aspecto visual.
Para las personas que amamos
este deporte, y nos gustan
también aspectos de carácter visual, significa
una impotencia inmensa saber que hay mucho trabajo por hacer, y poca, o nada,
voluntad y capacidad para sacarla adelante. Nos estamos quedando anclados en el pasado, entorpeciendo los
mecanismos del fútbol tal como afirmó Luis Enrique manifestando que "si los estamentos no quieren
evolucionar, es una gran cagada".
"No puedo volver al ayer, porqué ya soy una persona diferente" (Lewis Carroll)
No hay comentarios:
Publicar un comentario