"Todos somos
sospechosos hasta que se demuestre lo contrario". Esta frase fue metida en
el guion de la película Scream por "recientemente" desaparecido
maestro del terror y suspense Wes Craven. Evidentemente no debemos tomar estas
palabras en sentido literal ya que se trata de una dramatización del guionista
y director para añadir suspense y terror en la trama del film. A pesar de que
Naciones Unidas tiene un papel discutido hoy en día, y que se puede pensar que
se hizo en compensación al polémico visto bueno de la creación del Estado de
Israel, con los palestinos como grandes perjudicados, la Declaración Universal
de los derechos humanos nos hace entrar en razón y tener presente que
"todo el mundo es inocente hasta que no se demuestre lo contrario".
No soy nadie para
entrar a cuestionar la presunción de inocencia de las personas. No soy un
experto en Derecho y, por lo tanto, a pesar de ser Periodista y Publicista y
tener una ligera noción, no me siento legitimidad ni autorizar para entrar en
materia. Ahora bien, soy un ser humano y por suerte o por desgracia tengo el
don de la razón y el derecho, tal y como menciona la Declaración de Derechos
Humanos, a dar mi opinión. Por lo tanto, haré un simple ejercicio crítico
basado en mi opinión personal y mi experiencia de vida y laboral.
Me faltan muchos
detalles. No me llega el conocimiento, así como la totalidad de los detalles e
informaciones al respecto para entrar en materia. Me refiero al "Caso
Neymar". No quiero debatir si se trata de una persecución en el FC
Barcelona, tal y como se lleva comentando y denunciando durante muchos meses.
Pero es evidente que las cosas no se han hecho bien. Y es muy indignante que,
después de meses, y años, defendiendo a la directiva que me representa,
finalmente haya aprobado un entendimiento para pactar una sanción y reconocer la culpabilidad del Club. Es decir, el único perjudicado en este
disparate será el FC Barcelona y su imagen. Y eso hace mucho daño a las
personas que, entre las que encontramos servidor, nos enorgullecemos de
presumir los valores de nuestro club.
Pero bueno, mi
intención, pero muy parezca y es algo que me gustaría dejar muy clara de manera
contundente, no es relacionar mi reflexión de manera exclusiva con la directiva
del FC Barcelona hacia este caso. También hace mucho la lata, por decirlo de
manera educada, que Mascherano, Alves, Messi y el Club sea linchados por los
medios y la justicia cuando Xabi Alonso hizo lo mismo que Mascherano. Casillas
fue algo parecido a Messi, James y Benzema hayan sido perseguidos por la
policía, Benzema tenga problemas de chantaje y acoso sexual ... Y, sobre todo,
que personas como Florentino Pérez y Cristiano Ronaldo tengan más capital que
Messi, y su declaración de impuestos sea una broma. Esto sin mencionar los
favores urbanísticos, "Castor", financiación de jugadores con dinero
proveniente de Bancos rescatados con dinero público, etc. Pero no me quiero
centrar en este tema.
Llevamos un año en el
que parece que el mundo se hunde cuando hablamos de ética, moral y valores. Tal
y como declaró Eduard Punset, "el problema no es que nos encontramos en
una crisis económica, estamos sufriendo una grave crisis de valores". Nada
más lejos de la realidad, casos de corrupción política, bancaria, deportiva,
etc., teniendo muy presente en la memoria el caso de los famosos papeles de
Panamá. Como dice el dicho, "hay para alquilar sillas", para escribir
un libro.
Por suerte o por
desgracia de mi experiencia profesional, he conocido Políticos, Jueces del
Tribunal Internacional de Justicia (ICJ), del Tribunal Criminal Internacional
(ICC), Académicos, Periodistas, etc. Personas que conocen el campo por su
actividad laboral, o porque se ha dedicado con anterioridad. Experiencias que
me han aportado conversaciones, reflexiones y puntos de vista de lo que está
pasando en el actual panorama político, económico y social. La famosa frase
castellana "ver, Oír y callar" puede ser más útil de lo que nos
parece.
Yendo más al grano, y
con toda la tristeza, puedo admitir que nada de lo que está pasando en el mundo
me sorprende en absoluto. Evidentemente que no debemos caer en el error de
generalizar. No todo el mundo es un corrupto, un ladrón, etc. Tendríamos un
problema evidente si este fuera el sentimiento / pensamiento unánime. Pero
debemos ser conscientes de que, todo lo que ha ido saliendo a la luz es más
común de lo que parece.
Un ex Presidente del
Banco Mundial me comentó, "lo que pasa es que muchas veces estamos ante
prácticas que no son legales, pero tampoco ilegales. Gracias a expertos,
abogados y asesores de finanzas muy bien remunerados, consiguen, como si fueran
malabaristas, trabajar al límite de la ley ". Es lo que coloquialmente se
refiere como vacío legal. Y claro, no es lícito, pero tampoco es ilícito. Por
lo tanto, hasta que no se encuentra una rendija, no se puede hacer nada. Hasta
que se cruza, aunque sea un poco, el mencionado límite.
Hablando con gente
del ICC, alguien me hizo un comentario cargado de ironía y humor con un
trasfondo crítico, "desgraciadamente, blanquear capital no es tan difícil,
lo más difícil es tener de capital". Inmediatamente piensas con esas cosas
que todo el mundo sabe pero que piensas que nadie las sabe, y la gente calla
para no meterse en problemas o simplemente para no perder el trabajo.
Actualmente, vivo en Alemania, y la gente tiene la percepción de que es un país
en el que todo es ideal y que nadie se escapa de la ley. Y puedo asegurar que
nada en ninguna parte se perfecto. Hay casos de corrupción, como Uli Hoeness o
la compra de votos para el Mundial 2006, y he conocido trabajadores de baja
cualificación que no declaran impuestos. Sobre todo, inmigrantes.
Abriendo los ojos, te
das cuenta que tener un negocio de restauración y ofrecer bebidas a precios
prohibitivos puede suscitar el hecho de ingresar efectivo en el Banco, previa
impresión del recibo, y declararlo como metálico proveniente de un pago en
metálico. También encontramos los que organizan eventos con una lista
definitiva de, por ejemplo, 100 asistentes y en la hora de la verdad nos
encontramos con sólo 30-40 personas. El resto son invitados, estudiantes, etc.,
que no han pagado y sirven para llenar sillas. Evidentemente, las 60-40
personas que no han venido hicieron el pago en efectivo y pierden
"sus" dinero.
Los que crean
empresas "fantasma" (a nombre de familiares, amigos o pareja) a
países donde la tasación es muy baja. Siempre surge la necesidad de contratar
sus servicios, y evidentemente el dinero no marchan muy lejos a la operación
final. Igual de fantasma son algunos cobros en concepto de cursos de formación
que en teoría se imparten a los trabajadores que son contratados de manera
esporádica. Estas personas quieren el trabajo, y muchas veces no leen lo que
firman, y dan menos importancia al hecho de que no han recibido ningún curso.
Ellos no lo saben, pero hay mucha gente que gana mucho dinero gracias a su
firma.
O los que se declaran
sumamente religiosos, solidarios y caritativos, y tienen la incipiente
necesidad de crear, establecer colaboraciones, o simplemente realizar
donaciones a Instituciones Religiosas, Fundaciones, y ONG. Como todo el mundo
sabe, estamos hablando de registros mercantiles que gozan de privilegios
fiscales y, en algunos casos, exentas de impuestos. Si somos propietarios de
una gran suma de capital, la idea de ser creyente, solidario, o estar
preocupado por la sociedad, puede ser muy atractiva a la vez de participar
económicamente en ciertas actividades. Siempre con camino de ida y vuelta. No
ocurre siempre, y mucho menos lo hace todo el mundo, pero es uno de los trucos
utilizados.
Esto sólo son algunos
ejemplos de lo que ocurre hoy en día. La detección de la corrupción es un caso
similar al tráfico de drogas. Al final nos enteramos de una pequeña parte. Es
decir, cuando la policía publica que "X" kilos ha sido interceptados
en alguna parte debemos ser conscientes, sino no habría consumo, de que
"X" multiplicado por "X" desvanece los controles y el
conocimiento de la sociedad. Y eso es lo que está pasando en el mundo. Cuando
salen a la luz casos como los "Papeles de Panamá, debemos ser conscientes
de que estamos detectando la punta del iceberg de lo que realmente se delinque.
Hoy mismo Mazinho, el
padre de Thiago y Rafinha, ha hecho unas declaraciones evidenciando, y haciendouna crítica en clave futbolística, lo que está pasando en nuestro planeta (catalán). Los
humanos hemos perdido toda ética y moral y motivaciones por las buenas formas
en detrimento por los intereses puramente económicos. Unas declaraciones que
confirman un poco lo que servidor mencionaba en el artículo sobre los motivosverdaderos de la legislación FIFA respecto a los sueños de los niños de jugar alos grandes clubes del mundo independientemente de su origen.
Como denuncia el
padre de Mazinho, Thiago no llamaba el interés de la selección por el simple
motivo de que querían promover los jugadores brasileños para poder colocarlos
en el mercado europeo y sacar comisión. Esta palabra amigos míos, comisión, es
realmente el cáncer y el eje de las barbaridades que ocurren en el mundo. Y
cuando más tienes, más quieres, y esta fiebre del oro, nos puede llevar a
prácticas maquiavélicas. Sin evidentemente generalizar.
Estamos en un mundo
de locos. Donde todo vale y donde parece que nos estén educando que ganar
dinero, cuanto más mejor y como sea, es el máximo objetivo en esta vida. Es muy
triste. Pero más triste aún son los que se aprovechan de las personas honestas
que hacen las cosas, en referencia a todos los ejemplos que he mencionado
anteriormente, por sentimiento y pasión.
Yo soy del Barça, y
soy socio. Y me deprime enormemente que por culpa de un acto de
irresponsabilidad de ciertas personas que querían ganar un puñado de euros más,
aprovechándose de su red de contactos y posición privilegiada de representar al
FC Barcelona, la imagen del club que prefiero quede tirada como un trapo.
Servidor, y el resto de socios no somos culpables de la gestión del caso
Neymar. Pero este acuerdo nos lo hace ser. No sólo quiero terminar refiriéndome
al caso Neymar, mi reflexión abarca un contexto más amplio, aunque no lo
parezca. La dignidad de las personas no está en venta por el simple hecho de
que ninguna persona en el mundo tiene el poder, ni mucho menos el derecho, de
poner precio. Prometieron que no nos fallarían. Lo han hecho.
"El mejor truco
que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía"
(Christopher McQuarrie)