domingo, 10 de abril de 2016

QUITARSE EL CINTURÓN

1 punto de 9 posibles. Ciertamente es un bagaje muy pobre, y ha provocado que se enciendan las alarmas en Can Barça. En menos de un mes, el equipo azulgrana ha pasado de tener 9 y 10 puntos de ventaja, sobre Atlético de Madrid y Real Madrid respectivamente, a 3 y 4 a falta de 6 jornadas para la finalización del campeonato de Liga. Todo ello, con una evidente pérdida de nivel futbolístico, cierto, pero ahora no es el momento de bajar del tren. Todo lo contrario.

Eso si, no pasa nada si, como mencioné en mi anterior artículo, debatimos que este equipo ya no hace circular el balón como antes, no materializa las ocasiones como antes, y que si las primeras partes son flojas a nivel físico. Sería un error no hacer ningún comentario al respecto, un claro ejemplo de meternos la venda en los ojos. Ahora bien, debemos ser justos y meter también los aspectos positivos en la balanza antes de quemar la nave.

Es decir, no compartiré los aires catastrofistas de algunos que parecen ser del Barça sólo cuando se gana y todo va sobre ruedas. Aquellos que sólo tiran flores cuando se gana por 0 a 4 en el Madrid, cuando se tienen 9 y 10 puntos de ventaja, cuando se ganan Tripletes, Balones de Oro, cuando el Real Madrid hace el ridículo, o bien cuando se lleva una racha de 39 partidos sin conocer la derrota. Así es muy fácil ser del Barça.

Y esto es fútbol. La temporada es muy larga y nunca nada es hecho hasta que no se acaba o ya no opciones matemáticas. Lo normal es que la cosa esté disputada hasta el final en una Liga donde hay muy buenos equipos, más de lo que pensamos. 9 y 11 puntos a media temporada es una barbaridad. Lo normal es que todo esté a decidir el partido del Calderón en una competición como la Liga de Campeones. Y lo normal es sufrir bajadas de rendimiento a nivel físico en una temporada que, si todo va perfecto, puede acabar con cerca de 70 partidos sólo a nivel de clubes.

Ya pasó en Enero. El equipo, a pesar de que no perdió ningún partido, tuvo una racha de primeras partes muy irregulares, tal y como está ocurriendo ahora. Y también como está pasando ahora, la mejora en las segundas partes también era evidente, aunque muchas veces no del todo convincente. Pero también, como mencioné en mi anterior artículo, el problema es cuando un equipo termina los partidos mal a nivel físico, no cuando los comienza de manera floja y es capaz de tener una segunda parte más fuerte y terminar a nivel óptimo. Aunque ayer contra la Real Sociedad no fue suficiente.

El ejemplo a seguir es la ida de Liga de Campeones contra el Atlético. El Barça firmó una floja primera parte, pero la segunda fue de un alto nivel. Muchos dirán que fue gracias a la expulsión de Fernando Torres. Es posible. Pero debemos tener presente un aspecto muy importante, cuando un equipo se cierra detrás desde el minuto 1, y cede el protagonismo del balón al rival, la diferencia de jugar con 10 o 11 es casi inexistente. Es más fácil destruir que construir.

Quedan dos meses de temporada. Estamos a 3 y 4 puntos de ventaja sobre el segundo y el tercero, más el goal average en ambos casos, enfrentamos la vuelta de los cuartos de final de la Champions, contra un rival muy duro, y tenemos en el horizonte la final Copa del Rey contra el Sevilla. Hasta llegar a este punto, el Barça ha tenido un calendario de infierno donde ha mostrado un alto nivel de juego y otra concentración de partidos. Ha habido subidas y bajadas. Y ahora estamos sufriendo un zoco después de una racha espectacular de 39 partidos seguidos sin perder. Toca remar todos juntos.

A todos aquellos que ahora quieren, una vez más, vender Messi, echamos a toda la plantilla, Luis Enrique, e incluso, piden la dimisión del Presidente, les pediría que se quedaran en casa o que vayan al cine. Tengo 31 años y, por suerte, no he vivido las travesías del desierto de años anteriores. Pero soy consciente de que es una mala costumbre ganarlo todo y estar siempre arriba. No se puede ganar siempre.

El próximo partido de Liga de Campeones puede ser un punto de no retorno en la temporada, la hoja ruta. Por este motivo, con plena confianza y optimismo, y sobre todo agradecimiento, hacia este grupo de personas que nos lo ha dado TODO, seré uno más que, como en la famosa película "Los hermanos Marx en el Oeste", pondrá más leña al fuego a la máquina azulgrana. Ahora toca quitarse el cinturón. Pero no para relajarse, sino para animar y apoyar al equipo. Los pesimistas, catastrofistas y oportunistas pueden marchar. Yo me subiré al carro de los que piensan que "todos unidos hacemos fuerza" y que "si todos animamos, ganaremos!".


"Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro". (Isabel Allende)

No hay comentarios:

Publicar un comentario